
Imágenes en blanco y negro, dos únicos canales en emisión y familias enteras arremolinadas en torno a un cubo mágico que hubiera sido blanco de la Inquisición siglos atrás. Era el año 1948. Los primeros meses de un bebé que medraría a los pechos de los estudios de RTVE en el Paseo de la Habana. Luego llegaría Un dos tres, responda otra vez, el cambio de sede -a Prado del Rey-y la consolidación del mítico Matías Prats.
Ya entrados los setenta las emisiones a color se abrieron paso tiñendo de vida los hogares, adaptándose de forma natural al luminoso cambio político en ciernes, recubriendo de savia nueva una España que se desperezaba para afrontar la transición.
Nuevos canales
En los noventa, Antena 3, Telecinco y los canales autonómicos se colaron también en los salones españoles; algo que posteriormente haría Canal +, si bien previo pago por el consumo de televisión. Así las cosas, nada tiene que ver -nunca mejor dicho- la caja tonta que hasta ahora lucía en el salón de casa con los servicios que habrá en un futuro próximo, algo en lo que la llamada Televisión Digital Terrestre (TDT) tiene mucho que decir.
El 3 de abril de 2010 España se quedará a oscuras. Las luces analógicas que alumbraban los televisores de todo el país serán pasto de los libros de historia y las emisiones pasarán a ser pinceladas íntegramente a base de ceros y unos, es decir, en formato digital. En la actualidad ya hay algunos canales emitiendo en este modo dentro de nuestras fronteras, pero hasta dentro de dos años no será cuando todas las cadenas tendrán que hacerlo obligatoriamente.
El apagón, no obstante, se hará de forma escalonada. El primer grupo que dirá adiós al mundo analógico comprende a poblaciones con menos de 500.000 habitantes, y el apagón se realizará el 30 de junio de 2009. El segundo grupo se apagará en diciembre de 2009 y afectará a las regiones que tengan entre 500.000 y 700.000 habitantes y el tercero y último, fijado para abril de 2010, a poblaciones con más de 700.000 habitantes.
Alta definición desde el sofá
Las ventajas que aporta esta tecnología son numerosas. La primera de ellas es la calidad de las imágenes y el sonido de cara a la audiencia. De hecho, es posible transmitir el vídeo y audio en alta definición, aunque de momento es algo poco común en nuestro país. De momento esta clase de emisiones se circunscribe a algunos programas de Digital + -básicamente fútbol y toros- pero paulatinamente y con el tiempo se extenderá al total de las emisiones de los distintos canales.
Otra de las ventajas radica en que la tecnología digital permite incluir un mayor número de cadenas en el mismo espacio radioeléctrico. En términos comparativos, donde antes sólo se podía disponer de un canal -en formato analógico- ahora, en digital, caben entre 3 y 5 emisiones más.
Además, el televidente tiene muchas más posibilidades de interactuar con el formato en el que recibe los contenidos. Por ejemplo, es posible dividir la pantalla en varias partes y disfrutar de distintos canales en cada una de las porciones resultantes, o disfrutar de subtítulos en varios idiomas, subtítulos para sordos...
Revolución digital
"La verdadera revolución que traerá consigo la TDT son las nuevas funcionalidades que permitirán ir más allá de los simples contenidos audiovisuales. Servicios avanzados como la guía electrónica de programas, el teletexto digital, la emisión de canales de radio a través de la televisión y fundamentalmente servicios interactivos como juegos, votaciones o chats, permitirán a los telespectadores dejar de ser un elemento pasivo de la televisión para convertirse en parte activa de la misma. Además, se gestiona mejor el espacio radioeléctrico.
Por ello, en la mayoría de las zonas los espectadores han pasado de disponer de apenas ocho canales de televisión a alrededor de 30", manifiesta Andrés Armas, director general de Impulsa TDT, organismo encargado de que el apagón analógico se lleve a cabo con garantías.
¿Qué necesito para ver la TDT?
Para disponer de estos nuevos servicios los espectadores necesitan disponer de un codificador externo de señal; aparato indispensable en los televisores que llevan varios años al pie del cañón. Algo que no afecta a los nuevos e innovadores televisores planos, que generalmente llevan integrado en sus entrañas un conversor, con lo que no hay que adquirir nada más para sentarse en el sofá del salón.
La llegada de una avalancha de nuevas cadenas provocará una segmentación de los espectadores. Habrá programas específicos y de carácter gratuito para públicos muy concretos, como amantes de la música, el deporte, la caza, el bricolaje, etcétera. Esto generará una diversificación de la audiencia, algo que perjudica a las cadenas generalistas (TVE1, La2, Antena 3, Telecinco, Cuatro y laSexta). El motivo es que la audiencia se repartirá mucho más, con lo que previsiblemente caerán sus audiencias y podrán exprimir menos la publicidad, razón de ser de toda televisión.
A lomos de Internet
Las cadenas generalistas no sólo van a encontrar un rival en la TDT. Internet también amenaza con hacerse fuerte en el negocio audiovisual. En la actualidad Telefónica, a través de Imagenio, ya ofrece esta modalidad a sus usuarios, lo mismo que Orange (Orange TV) y Jazztel (Jazztelia TV).
La televisión sobre Internet ha sido desarrollada basándose en video-streaming, es decir, en la descarga paulatina de los contenidos al ordenador desde Internet. Esto supone una nueva forma de ver los contenidos, ya que el espectador podrá elegir en qué momento del día quiere disfrutar de su programa favorito, lo que otorga una gran flexibilidad a la audiencia.
A diferencia de la situación actual, el proveedor no emitirá sus contenidos esperando a que llegue el espectador, sino que estos llegarán sólo cuando el cliente los pida. Es decir, cada usuario verá una televisión a medida, única y completamente personalizada. Esto habilita el desarrollo de un modelo de negocio de pago por visión muy interesante, ya que el usuario no sólo elige el contenido sino también la hora a la que quiere disfrutarlo. En cuanto a la calidad del visionado ofrecido, en la actualidad es similar a la que brinda un DVD, y está previsto que aproximadamente en un año la alta definición sea una realidad.
Microsoft, el gigante del mundo del software, sabe del negocio que se avecina y ya ha tomado cartas en el asunto. "Una plataforma de software de televisión por Internet como Microsoft Mediaroom permite al usuario disfrutar de una televisión más personalizada. Una experiencia en la que los consumidores pueden encontrar y ver fácilmente lo que quieren, cuando y donde quieran. Algunas de las características que ofrece esta nueva tecnología son una guía de programación rápida e intuitiva; Live TV y vídeo bajo demanda, para conseguir mayor personalización; entretenimiento conectado donde la televisión se convierte en un dispositivo inteligente que puede compartir contenido y servicios con el PC, los móviles Windows y la consola de juegos XBox 360; o compartir la programación, la música y las fotos abriendo nuevas vías sociales con amigos y familia", asegura el director de telecomunicaciones y Media de Microsoft Francisco Monteverde.
Televisión en tres dimensiones
No es una utopía. Es un paso más de la evolución de la llamada caja tonta. Ya existen algunos modelos de televisión que permiten mostrar imágenes en tres dimensiones. La compañía holandesa Philips dispone de un modelo compuesto por un total de nueve pantallas que son capaces de generar vídeo con volumen. Lo único malo es el precio, que ronda los 150.000 euros. No se preocupen, seguro que con el paso del tiempo serán asequibles.