Empresas y finanzas

Abertis quiere acabar la autovía de Tarragona

La empresa concesionaria Abertis ha ofrecido al Ministerio de Fomento avanzar 140 millones de euros para terminar la autovía A-27 que une Tarragona y Montblanc (Tarragona). A cambio de avanzar esta inversión, la empresa que dirige Fracisco Reynés pide alargar las concesiones de las autopistas AP-2 y AP-7 durante 18 meses. Además, mientras duren las obras para convertir la N-340 en autovía, la compañía solicita que se apliquen bonificaciones para el tráfico pesado de hasta el 75 por ciento del peaje en la AP-2, al estilo de la fórmula aplicada en la N-II en Girona.

La AP-2 transcurre en paralelo a la N-340 y se encuentra muy infrautilizada. Por su parte, la A-27 está paralizada, con algunos tramos avanzados y otros aún pendientes de pagar las expropiaciones

Según explicó ayer el director general de Abertis, Josep Lluís Giménez, la propuesta ya ha sido aceptada por la Generalitat de Cataluña, que vería con muy buenos ojos acabar las obras en una vía obsoleta y con un alto índice de siniestralidad. Sin embargo, tanto la autopista AP-2 como la AP-7 son concesiones estatales y es el ministerio quien tiene la última palabra.

Abertis también pide una conexión que debería hacerse entre la AP-2 y la A-27 en Montblanc para beneficiar la IMD (intensidad media diaria) de la autopista que gestiona. La empresa ya propuso terminar la obra a cambio de peajes en la A-27 pero Fomento descartó la propuesta. Ahora la compañía presenta una nueva alternativa.

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