
Dan por perdidos los 186 millones de los títulos del grupo de electrodomésticos.
Los compradores de las Aportaciones Financieras Subordinadas (AFS) de Fagor Electrodomésticos dan por perdidos los 185 millones que invirtieron en las emisiones de 2004 y 2006, ya que al ser "subordinadas" quedarán a la cola entre los acreedores del proceso consursal.
El malestar con las AFS es creciente. Desde hace meses un nutrido grupo de inversores se están movilizando ante la depreciación del valor de las mismas, que no sólo emitió Fagor, sino también lo hizo la cooperativa Eroski, en este caso por valor de 660 millones, que, aunque no están en la misma situación, su cotización se ha desplomado por el efecto contagio.
La asociación de afectados Kaltetuak, a la que se han adherido 1.500 pequeños ahorradores, está desarrollando una intensa campaña de denuncia, ya que se consideran "engañados" y "estafados" por Eroski y Fagor, así como por las entidades financieras que comercializaron los títulos, entre las que se encuentran BBVA, Santander, La Caixa, Caja Laboral, etc. Denuncian que se les vendieron la AFS como si fueran inversiones a plazo y seguras, pero después se han enterado de que son títulos de riesgo y de carácter perpetuo.
En este sentido, uno de los portavoces de Kaltetuak, Ricardo González de Durana, indica que el miércoles se reunirán con el fiscal superior del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV), Juan Calparsoro, un encuentro en el que esperan que les indique si la Fiscalía actuará judicialmente en el caso.
El propio Calparsoro, durante la Apertura del Año Judicial, manifestó que con las AFS se ha "generado un problema social de primer orden frente al que no podemos permanecer impasibles", ya que ha "supuesto la volatilización de los ahorros de muchos ciudadanos de condición modesta". Dada la disparidad de cada caso, Calparsoro descartó un tratamiento común, pero sí que habrá que "discernir si se produjo ilicitud en la emisión o en la comercialización" o no la hubo.
González de Durana relata como él y muchos preferentistas, pequeños ahorradores sin grandes conocimientos financieros, se han visto perjudicados por las AFS, cuando han necesitado sus ahorros no han podido hacerlo y se han enterado de las verdaderas condiciones de las emisiones. Piden que se haga justicia y para ello se están movilizando en la calle, han acudido al Gobierno vasco y al Parlamento pidiendo que se les devuelvan sus ahorros.
300 millones en intereses
La posición que han mantenido siempre Eroski y Fagor es que ellos informaron sobre las características de las AFS, en sus folletos y en la CNMV, quedando al margen de las condiciones en que los bancos y cajas hicieron la comercialización.
Además, indicaron que desde que se emitieron las AFS siempre se han pagado sus intereses, independientemente de la evolución de los beneficios o pérdidas. Así aseguran que desde 2002 se han abonado a los inversores 332 millones.
Mientras desde otras entidades financieras no se hace mención pública sobre el asunto, únicamente Laboral Kutxa (antes Caja Laboral) ha reiterado en varias ocasiones que ellos informaron claramente del producto a todos los clientes.