Madrid, 6 ago (EFECOM).- El Consejo de Administración de Endesa se reúne mañana para estudiar las implicaciones de la autorización con condiciones que ha dado la Comisión Nacional de la Energía (CNE) a la opa presentada por el grupo energético alemán E.ON.
Lo más probable es que el máximo órgano de la eléctrica decida oficialmente recurrir en alzada ante el Ministerio de Industria la autorización del regulador energético, que obliga a E.ON a vender el 30 por ciento de la potencia de Endesa en España, ya que en sus alegaciones había pedido que se autorizara la operación sin condiciones.
Además, en noviembre del año pasado, Endesa también recurrió ante Industria la autorización condicionada que dio la CNE a Gas Natural para hacerse con la eléctrica.
También E.ON presentará su recurso ante Industria a lo largo de esta semana, según anunció el pasado día 1. La compañía alemana centrará sus alegaciones en las condiciones que estipulan la venta de activos de la actual Endesa.
Tanto E.ON como Endesa pueden acudir a la Audiencia Nacional si Industria rechaza sus alegaciones.
La posición de la compañía que preside Manuel Pizarro es fundamental para la continuidad de la oferta de E.ON, ya que la opa está vinculada a la de Gas Natural, con la que compite, y esta última está paralizada de forma cautelar por decisión del Tribunal Supremo y el Juzgado Mercantil número 3 de Madrid.
Endesa ha señalado que pedirá el levantamiento de las medidas cautelares si la CNE aprueba la opa de E.ON en condiciones que no perjudiquen a sus accionistas, aunque tanto el Supremo como el juzgado mercantil podrían rechazar la petición.
En ese caso, habría que esperar a que las dos instancias judiciales se pronuncien sobre el fondo de la cuestión, lo que dilataría el proceso y complicaría la viabilidad de las ofertas.
De momento, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) todavía no ha autorizado la opa de E.ON, trámite imprescindible para que las ofertas entren en su fase final y los accionistas puedan tomar una decisión al respecto.
El 27 de julio pasado, la CNE aprobó, con cuatro votos a favor y cinco abstenciones, la oferta del grupo alemán condicionada al cumplimiento de diecinueve requisitos, entre ellos la obligación de enajenar 7.390 megavatios (MW) de la potencia instalada de Endesa.
E.On deberá vender las centrales térmicas de Endesa que utilizan carbón nacional (Comportilla, Andorra y Anllares), los activos que tiene en Baleares, Canarias, Ceuta y Melilla, la central nuclear de Ascó I, y ceder la gestión del resto de nucleares participadas por la eléctrica (Santa María de Garoña, Almaraz I y II, Ascó II, Vandellós II y Trillo).
Asimismo, el regulador energético se reserva la potestad de obligar a E.ON a vender la eléctrica española si durante los próximos diez años un tercero compra, directa o indirectamente, más del 50 por ciento del grupo energético alemán, y la obliga a mantener la integridad del grupo empresarial de Endesa, mediante la prohibición de fusionarse con la eléctrica durante un plazo de diez años.
E.ON deberá mantener también el domicilio social y el órgano de administración de la eléctrica en España. EFECOM
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