Buenos Aires, 7 may (EFECOM).- El Gobierno argentino endureció hoy su posición en las negociaciones para superar el largo conflicto con el sector agropecuario al considerar "inadmisible la presión constante" de los dirigentes del campo.
El jefe del gabinete de ministros, Alberto Fernández, afirmó que las cuatro asociaciones agropecuarias en conflicto, las mayores del país, negocian bajo la condición de que "si no se hace lo que quieren se vuelve al paro" de tres semanas que secundaron en marzo pasado.
Mientras, grupos de productores agropecuarios se han instalado a la vera de las carreteras en distintos puntos del país en medio de un clima tenso a la espera del resultado de las reuniones con el Gobierno que se llevarán a cabo hoy como continuación de las del martes.
En este sentido ratificaron en duros términos el rechazo al aumento de la presión del Fisco sobre las exportaciones de soja, trigo, girasol y maíz, granos de los que Argentina es uno de los mayores productores y exportadores del mundo.
Las asociaciones agropecuarias ofrecerán una conferencia de prensa a las 17.00 hora local (20.00 GMT) para informar sobre el resultado de las negociaciones y las medidas que tomarán en caso de que no les satisfagan las propuestas del Gobierno.
"Es inadmisible la presión constante" del campo, subrayó Alberto Fernández en declaraciones a Radio América.
"Ayer les dije que 'vuelvan al paro si ustedes entienden que así se debe negociar", apuntó el jefe del gabinete en referencia a la última ronda de negociaciones.
Sostuvo que le han planteado "cosas insólitas" que él rechazó "de plano", entre ellas que "se suspenda" el nuevo sistema de impuestos móviles a la exportación de granos, el motivo de la huelga comercial y los bloqueos de carreteras que los productores llevaron a cabo entre el 13 de marzo y el 2 de abril pasados.
"Para que todo acuerdo funcione las dos partes deben dialogar con libertad y sin presiones", puntualizó el jefe del Gabinete.
Además desmintió que haya admitido que "fue un error" el nuevo sistema de impuestos al campo, como aseguró el líder de la Federación Agraria, Eduardo Buzzi, al concluir la reunión del martes.
"Demandó más de un mes discutir el problema sabiendo que tenemos visiones distintas, ya que nosotros no tenemos sobre las retenciones móviles la visión que ellos tienen y tratamos de acercar posiciones de acuerdo a lo que ellos planteaban", explicó tras afirmar que las palabras de Buzzi son un "disparate".
Fernández aseguró que "lo que la gente tiene que saber" es que los 21 días de huelga agropecuaria "significaron a Argentina aumentos en la canasta alimentaria básica superiores al 15 por ciento".
Remarcó que el Gobierno "no tiene nada que ver" con las marchas que harán hoy grupos de "piqueteros", como se llama a los desocupados que cortan calles con sus protestas, a las puertas de grandes supermercados para reclamar que bajen los precios de los alimentos.
El Gobierno restableció el martes la autorización para exportar carne bovina por cupos, que estaba paralizado desde el 1 de abril pasado, cuando en medio del conflicto con el campo vencieron las normas que regían esas operaciones.
Pero las nuevas normas para exportar hasta 550.000 toneladas anuales de carne vacuna decepcionaron a los dirigentes agrícolas, que se han quejado de que incluyen controles que a su juicio entorpecen un negocio valorado en 1.300 millones de dólares al año.
Argentina es el primer exportador de girasol del mundo, el segundo de maíz, el tercero de soja, el cuarto de trigo y el sexto de carne de vacuno, además de ocupar puestos de relevancia en el comercio global de aceites vegetales y harinas. EFECOM
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