
Los inspectores de la troika -formada por la Comisión, el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI)- darán a conocer hoy sus conclusiones preliminares sobre la situación de la banca española tras su cuarta visita de dos semanas a Madrid.
El diagnóstico de los inspectores servirá de base para decidir si se prorroga o no el rescate bancario de hasta 100.000 euros concedido en julio de 2012 por el Eurogrupo a España, que expira a finales de año. La decisión sobre la estrategia de salida del programa español se adoptará en el Eurogrupo del 15 de noviembre.
Tanto el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, como el ministro de Economía, Luis de Guindos, han rechazado cualquier tipo de prórroga alegando que España se financia ya cómodamente en el mercado. El Gobierno quiere además librarse de la tutela de la troika. Por su parte, el vicepresidente económico de la Comisión, Olli Rehn, ha dicho que España tiene "grandes posibilidades" de abandonar el rescate "sin ningún tipo de fórmula de seguimiento".
España ya ha recibido más de 40.000 millones de euros del plan de asistencia financiera internacional de hasta 100.000 millones concedido al país en julio de 2012 para reestructurar sus entidades bancarias.
Las entrevistadas
Durante las dos semanas que pasaron en la capital española, los inspectores se entrevistaron con representantes de Bankia, Unicaja y Liberbank, NCG, Cajamar, Bankinter y Banco Popular, así como con Caja3, Ibercaja, Ceiss, CataluynyaBanc, Sabadell, Kutxabank y Santander.
Las conclusiones preliminares que se conocerán esta tarde no constarán en el documento final hasta principios de noviembre.
El informe de hoy recogerá previsiblemente aspectos como el impacto que tendrá en la cuenta de resultados de las entidades la refinanciación de los créditos, o el efecto de la supresión de las cláusulas suelo.
Hasta ahora el Gobierno de Mariano Rajoy ha negado la necesidad de financiación suplementaria para el sistema bancario, pero desde Bruselas no se ha descartado de manera rotunda que se pueda necesitar algún tipo de acompañamiento.
El jefe del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), el alemán Klaus Regling, descartó la pasada semana en Bruselas que España vaya a necesitar más desembolsos dentro del programa de asistencia financiera, y defendió que las políticas de ajustes y reformas "funcionan".