
El estadio puede marcar la diferencia. Tanto a la hora de ganar partidos como a la de triunfar en el negocio del fútbol. En el Santiago Bernabéu de Madrid o en el Old Trafford de Manchester, el público, a pocos metros del campo, acompaña y participa en el juego del equipo de sus amores, mientras los cánticos hacen temblar a los jugadores contrarios.
La gestión del propio recinto es determinante entre las fuentes de ingresos de los clubes: entradas, tiendas y espacios para el entretenimiento, esponsorización y derechos del nombre del estadio.
El Real Madrid, a la cabeza
Las empresas futbolísticas no pueden prescindir de que los estadios sean modernos y acogedores. Los 20 grandes del fútbol, según la investigación anual de Deloitte, titulada Football money league, presentaron en conjunto en la temporada 2006-2007 una facturación de 2.700 millones de euros. Un 11 por ciento más que en la temporada 2005-2006 y el triple respecto a hace diez años.
Encabeza la clasificación el Real Madrid, con 351 millones de euros. El tercero es el Barcelona. Pero los clubes ingleses son los más dinámicos: el Manchester United (segundo), el Chelsea del ruso Roman Abramovich (cuarto) y el Arsenal de los jóvenes talentos (quinto). Entre los italianos, figuran el Milan, Inter, Roma y Juventus.
Los derechos televisivos -cada vez más caros en las plataformas de pago- fueron el motor del negocio del fútbol desde los noventa en adelante. Pero han aportado ingresos a todos los clubes de Europa. Y la venta colectiva supondrá un ulterior equilibrio.
Son, pues, el sector comercial -entre merchandising y acuerdos varios- y los estadios los que mantienen a un club en la cima durante años.
La alternativa a la diversificación es un mecenazgo del balón, que en Inglaterra representa Abramovich y, en Italia, el Inter de Massimo Moratti.
El Arsenal de Londres consigue ya por el día de partido -en su nuevo Emirates Stadium- más del 50 por ciento de su facturación, que roza los 264 millones de euros. "El salto adelante de los ingresos de los equipos ingleses -dice Dan Jones, socio de Deloitte y responsable del Sport business Group- vino determinado por el cambio del Arsenal a su nuevo estadio, más que por los triunfos del Chelsea". Como explica Dario Righetti, socio de Deloitte, "para colmar la distancia de los clubes italianos con los clubes ingleses es necesario invertir en nuevas estructuras y en la seguridad de los hinchas en los estadios".
Las grietas del Milan
El consejero delegado y vicepresidente del Milan, Adriano Galliani, señala que "en el caso del Milan, los ingresos por el estadio no alcanzan los 30 millones al año. La estructura está obsoleta, pero para nosotros es imposible pensar en un nuevo estadio, porque es el propio Ayuntamiento, que debería ser el regulador, el que nos hace la competencia. En Londres, la administración ni siquiera piensa en tener un estadio de su propiedad".
"Los ingresos producidos por un partido entre los dos equipos milaneses, el Inter y el Milan, equivalen a menos del 25 por ciento de los ingresos generados por los encuentros entre el Arsenal y el Manchester United", añade Righetti.
En Inglaterra, se llegan a ganar 51 euros por espectador; en España, unos 33 euros de media; en Alemania, 22 euros, pero con las gradas llenas. Francia a Italia (con los estadios medios vacíos) se quedan en 16 euros. Estas cifras explican por qué en las semifinales de la Champions están el Manchester, el Chelsea, el Liverpool y el Barcelona.