Empresas y finanzas

Interés por España: los fondos compran en un mes activos a la banca por 515 millones

El interés de los inversores por España ha empezado a despegar ante la más que probable pronta recuperación de la economía. Los fondos no quieren esperar más a llevar a cabo sus compras no sea que las valoraciones empiecen a despuntar y las operaciones tengan que cerrarse a precio mayores como consecuencia de una reactivación de nuestro país.

De momento, las transacciones cerradas hasta la fecha son inmobiliarias en su mayor parte. En poco más de un mes, diferentes fondos se han hecho con la gestión de pisos y con inmuebles del sector bancario por un importe de más de 515 millones, además de sellar algún traspaso de deuda de promotores, como la llevada a cabo por el banco malo con un crédito de Colonial de 280 millones.

Estas transacciones se suman a otro tipo de operaciones, como la adquisición de Evo por parte de Apollo y la entrada de los empresarios colombiano, Jaime Gilinski, y mexicano, David Martínez, como socios de referencia con un 10 por ciento del capital. Con estos acuerdos, el montante supera los 1.200 millones en sólo cinco semanas.

Operaciones en marcha

Ante tal demanda por parte de los extranjeros, la banca sana se ha sumado al carro de las desinversiones y algunas de ellas ha colgado el cartel de se vende a distintos lotes de activos. Algunos de ellos ya se han comercializado, como La Caixa que ha logrado un pacto con el fondo americano TPG para que tome el 51% de su plataforma inmobiliria, Servihabitat. También BBVA ha conseguido vender recientemente a Bauopost una cartera de un millar de pisos por cerca de 100 millones.

Otros todavía están en fase exploratoria. Banco Santander y Popular buscan una oportunidad para desprenderse de sus gestoras de viviendas, Altamira y Aliseda. Han contratado ya a sus asesores para que encuentren antes de finales de año un comprador.

Los precios de derribo son un aliciente para los fondos, auténticos expertos en gangas. Las entidades lo saben y, como tienen necesidad de soltar lastre, no quieren pasar este tren así como así.

Este tipo de inversores sobrevuela nuestro país. En el mercado, además de Altamira y Aliseda hay diferentes proyectos sobre la mesa. Buena parte de ellos son del banco malo. La Sareb tiene en marcha media docena de carteras. Una de las más importente es el Plan Corona, que contiene siete edificios de oficinas en alquiler en Madrid. Su valoración, según fuentes conocedoras, ronda los 150 millones de euros. Se cerrará en octubre previsiblemente y podría participar las llamadas family offices o sociedades patrimoniales de las fortunas españolas. La de Amancio Ortega ha sido una de las más activas durante los últimos años.

También hay un sinfín de lotes de deuda morosa de distintas entidades, principalmente de créditos al consumo. Este tipo de activos empezó a interesar el año pasado, ejercicio en el que se hicieron con préstamos por un valor nominal de unos 10.000 millones y con descuentos de hasta un 98 por ciento. A lo largo de 2013 la apetencia por este tipo de activos ha continuado y los expertos esperan que las transacciones sean del doble y superen los 20.000 millones de nominal.

Los fondos, aunque con más prudencia, están analizando el negocio puramente bancario. Apollo se ha quedado con Evo banco, filial de Novagalicia. Y un grupo de estas sociedades, capitaneadas por Guggenheim, tienen previsto participar en la subasta de la entidad gallega en octubre.

Sus aspiraciones son muy diferentes a las de Apollo por el volumen de activos. El Banco de España es reacio a que un fondo de inversión gestione una entidad por el riesgo que supondría y prefiere que sea el La Caixa, BBVA o el Santander quien se quede con la gallega.

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