El fondo de inversión Cartesian, que se ha lanzado a por el control de Pescanova con un 5 por ciento del capital, tiene sus raíces en paraísos fiscales. De acuerdo con la documentación que la propia firma ha remitido a la CNMV, el vehículo que utilizó para desembarcar en el accionariado, Silicon Metals Holding, está participado por dos sociedades domiciliadas en Delaware y otras dos en las Islas Caimán. Deloitte calcula una quita en Pescanova de 2.900 millones.
Las del Estado norteamericano, que con sólo 800.000 habitantes está considerado uno de los principales paraísos fiscales del mundo, acaparan un 54,17 por ciento del capital, quedando el 45,83 por ciento restante en manos de las de Caimán. El nombre de las firmas en uno y otro paraíso fiscal es, en cualquier caso, el mismo: Pangea One y Pangea One Parallel Fund (ver imagen adjunta).
Cartesian, que admite que las cuatro firmas "tienen suscrito un acuerdo para la gestión conjunta de Silicon Metals Holding", entró en el capital de Pescanova el 3 de agosto de 2012 con la adquisición de un 5 por ciento del capital. De acuerdo con los comunicados oficiales remitidos a la CNMV, la notificación no se produjo sin embargo hasta el 11 de febrero de 2013, más de seis meses después.
El socio director y fundador de Cartesian, el inversor chino Peter Yu, aseguró desconocer ayer cuál es la razón de este desfase, al que desde Cremades & Calvo Sotelo, el despacho de abogados que le asesora en España, calificó de "simple problema administrativo". La ley del mercado de valores establece, sin embargo, que si un accionista supera el 3 por ciento del capital debe comunicarlo de forma inmediata al supervisor.
Suscríbase en elEconomista y lea la noticia completa.