La Generalitat no dispone del dinero necesario para concluir la construcción de la línea 9 del metro de Barcelona. La obra, que estaba presupuestada en unos 2.500 millones de euros, se ha complicado debido a los problemas que tiene el subsuelo de la capital catalana. El presupuesto se ha disparado y ya supera los 6.000 millones de euros.
Ante esta situación, el departamento de Obras Públicas que dirige Joaquim Nadal está buscando fuentes de ingresos alternativas.
La última idea para lograr fondos que se le ha ocurrido a Nadal ha sido alquilar las 52 estaciones que tendrá la nueva línea de metro. La Generalitat podría abrir un concurso para que todas aquellas compañías interesadas pudieran presentar ofertas. La ganadora ges- tionaría en régimen de concesión los espacios públicos de las estaciones. El objetivo del ejecutivo es lograr unos 3.000 millones, con los que poder finalizar la construcción de la línea de metro.
Gestionará bares y quioscos
Aunque las condiciones todavía no están fijadas, el concesionario podrá gestionar el espacio público durante un periodo de entre 30 y 50 años. La concesión permitirá la apertura de bares, cafeterías y quioscos dentro de las estaciones, así como la explotación de la publicidad y el alquiler de los espaciós para máquinas de venta automática.
En la actualidad, la gestión de las estaciones y su publicidad corresponde a la empresa pública Transportes Metropolitanos de Barcelona, que financia parte de sus gastos gracia a estos ingresos. Este sistema de financiación también se podría aplicar en las nuevas estaciones de la línea 2 del metro.
Hasta el momento, la Generalitat ha financiado la construcción de las obras ferroviarias a través de sus filiales Gisa o Ifercat, dos compañías que adelantan el importe de las obras y que luego recuperan el importe en varias anualidades.