Empresas y finanzas

Codere tiene sólo una semana para lograr liquidez y evitar la quiebra

El presidente y consejero delegado de Codere, José Antonio Martínez Sampedro. Foto: Archivo

A Codere se le acaba el tiempo. El gigante del juego controlado por la familia Sampedro tiene tan sólo una semana más de plazo para buscar liquidez y poder afrontar el pago del cupón a sus bonistas. La compañía debía haber hecho el desembolso el pasado 15 de agosto, pero pidió un periodo de gracia de 30 días más y el plazo vence el próximo domingo.

La cantidad a desembolsar no es elevada -15 millones de dólares (10 millones de euros- y la empresa tiene dinero suficiente en caja, pero el problema es que en junio firmó una línea de crédito por importe de 100 millones de euros con dos hedge funds o fondos buitres -GSO y Canyon- y en el contrato se establecía que antes de pagar ese cupón debía abonrase el dinero dispuesto, que se eleva en estos momentos a 60 millones.

Es decir, que para pagar los 10 millones a los bonistas -corresponden a una emisión de 300 millones de dólares-, la empresa tiene que pagar antes estos 60 millones a los fondos. Y, según reconocen desde Codere, para eso si que no hay en este momento dinero suficiente.

¿Cuáles son entonces las alternativas? Sobre el papel, en teoría, existen varias y Codere está apurando, de hecho, todas las opciones posibles. La primera es intentar negociar con los bonistas un aplazamiento del pago. La segunda, pactar con los fondos una reestructuración de esa deuda, la tercera lograr que un nuevo hedge fund esté dispuesto a aportar liquidez adicional y la cuarta, pero quizás más complicada, materializar la venta de algún activo para lograr capital de forma inmediata.

Sin financiación bancaria

Un crédito bancario está, en cambio, completamente descartado teniendo en cuenta que los bancos cortaron ya la financiación en junio, obligando, precisamente, a negociar con los fondos una alternativa.

El principal problema es que el incumplimiento en el periodo de la obligación del pago de los intereses de los bonos "constituiría un evento de default que transformaría en exigibles en su totalidad los bonos emitidos por el grupo", según admitía Codere en su último informe semestral de cuentas remitido a la CNMV.

La compañía, que tiene bonos emitidos por un total de 985 millones de euros, ya admitía en el mismo de la existencia de una "incertidumbre significativa" sobre su viabilidad si no conseguía liquidez a corto plazo. Y es que a los problemas de financiación se suman además varios obstáculos a su negocio en Argentina y México, sus dos principales mercados, lo que ha provocado que no esté consiguiendo alcanzar sus presupuestos.

En Argentina la situación se complicó por la limitación de facto de llevar a cabo transacciones en moneda extranjera, que obliga a repatriar fondos a través de un proceso complejo, que pasa por la compra venta de bonos soberanos. Eso al margen de la puesta en marcha de una ley antitabaco y de la renovación anticipada de las licencias de los bingos, que han obligado a hacer un importante desembolso para no perder la oportunidad operativa. Y en México, además, se han cerrado ocho salas por posibles deficiencias en los permisos urbanísticos.

La empresa registró en el primer semestre unas pérdidas de 74,7 millones, lo que supone un 77,9% más frente a los números rojos de 42 millones del mismo periodo de 2012, en gran parte, por el cargo de 24,3 millones de euros registrado por el deterioro de activos en México, aunque ello no representa desembolso en efectivo.

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