
La buena marcha del AVE y la larga distancia le permite un resultado de esta área de 26,96 millones. La pérdida de 66,48 millones en mantenimiento y mercancías anulan el beneficio de esta filial.
Renfe Operadora llega a la estación de la liberalización del ferrocarril de pasajeros con los deberes prácticamente hechos. Aunque el pasado ejercicio todo el grupo perdió 39,5 millones de euros, el negocio de viajeros -la joya de la corona de la compañía- ganó 26,96 millones en 2012, primera vez que es rentable desde que se segregó del antiguo GIF (ahora denominado Adif).
Según las cuentas anuales e informe de gestión 2012 del operador ferroviario, que se acaban de hacer públicas, la buena marcha del AVE y de la larga distancia y el comienzo del plan de eficiencia de las rutas de media distancia han logrado estas cifras. De hecho, en las actividades de servicio público, donde tradicionalmente se perdía mucho dinero, el pasado ejercicio acabó con unos números rojos muy cercanos al break even (equilibrio financiero). Sólo perdió unos 3 millones de euros, una cifra insignificante si se tiene en cuenta que en el anterior ejercicio 2011 las pérdidas de este área se acercaban a los 95 millones de euros.
Agresiva campaña de tarifas
Con estas perspectivas y teniendo en cuenta la buena marcha del AVE y la larga distancia en 2013, los resultados de este área dispararán su beneficio. Los motivos del optimismo pasan por la puesta en marcha de la agresiva campaña de descuentos y el extremo plan de racionalización de las rutas de Obligación de Servicio Público (OSP). Ambas medidas deben ayudar sobre el papel a que el conjunto de sociedades de Renfe Operadora fueran rentables.
Sin embargo, 2013 y 2014 tendrán dos lastres adicionales que paralizarán casi con toda seguridad esa rentabilidad. Por un lado, desde el 1 de enero de este ejercicio Renfe Operadora tuvo que asumir los activos de material rodante de la extinta Feve (los ferrocarriles de vía estrecha), una empresa que estaba prácticamente en quiebra técnica.
Por otro, a partir de 2014, el vencimiento de la deuda que tiene que asumir Renfe Operadora todos los años casi se duplica. Así, si para 2013 se amortizan 262,8 millones de euros, una cifra un 19,4 por ciento superior a los 220 millones pagados en 2012, para 2014 el esfuerzo de la compañía presidida por Julio Gómez-Pomar deberá ser mucho mayor. En ese ejercicio deberá asumir 455 millones de compromisos, mientras que en 2015 y 2016 la deuda a amortizar será de 479 y 477 millones de euros respectivamente. El mayor pago está fijado para 2020, año en el que se desembolsarán 547 millones de euros. A 31 de diciembre de 2012, la deuda era de 5.003 millones de euros.
Talón de Aquiles
Pero el talón de Aquiles de Renfe Operadora siguen siendo los negocios de Mercancías y Logística, por un lado, y Fabricación y Mantenimiento, por otro, aunque también se han conseguido suavizar las preocupantes pérdidas de otros ejercicios. En el caso del primero, registró unos números rojos de 46 millones en 2012, una cifra notablemente menor a los 138 millones perdidos en 2011. Y ello lo ha logrado pese a que los ingresos por tráfico de mercancías se han reducido un 16,7 por ciento, hasta 188,4 millones de euros.
En Fabricación y Mantenimiento, la tercera área de Renfe Operadora, las pérdidas fueron de 20,4 millones de euros, también mucho menores que los 67,44 millones de euros registrados en 2011. El futuro de esta filial experimenta durante este ejercicio una gran reorganización, ya que la compañía pública esta desinvirtiendo en todas las sociedades mixtas que había constituido con los grandes fabricantes ferroviarios.
Empresas mixtas, a examen
Fuentes solventes del Ministerio de Fomento aseguran a este periódico que estas empresas eran un caldo de cultivo para que aumentaran las pérdidas de Renfe Operadora, ya que facturaban servicios que en muchos casos no se necesitaban o por encima del precio de mercado. De hecho, la cartera dirigida por Ana Pastor encargó en los últimos meses una auditoría para comprobar el funcionamiento de estas compañías, añaden las mismas fuentes.
Renfe Operadora ha presentado sus cuentas con el beneficio desglosado de cara a la división de su negocio en cuatro compañías, que corresponderán con las tres áreas de negocio actuales -Viajeros, Mercancías y Logística y Fabricación y Mantenimiento- más una cuarta que se dedicará a operaciones de arrendamiento y otras actividades relacionadas a los activos de material ferroviario de cara a alquilar a los nuevos operadores que quieran entrar en el proceso de liberalización del ferrocarril de pasajeros español los AVE y trenes convencionales que al operador público le sobran. Según las últimas estimaciones, esta flota de convoyes podría alcanzar las 51 unidades.