
Los productores de hortalizas de Francia anunciaron hoy que van a "pasar a la ofensiva" contra lo que consideran "importaciones excesivas" de tomates que están haciendo bajar los precios pagados a los agricultores.
La asociación profesional Productores de Hortalizas de Francia avanzó en un comunicado que va a realizar controles de precios de los tomates en las tiendas para compararlos ante la prensa con los que les pagan a ellos los grupos de distribución y así "mostrar la aberración de las prácticas comerciales".
"Alto a las importaciones excesivas para hacer bajar el precio pagado a los productores e incrementar el margen de los distribuidores y de otros mayoristas", clamaron los Productores de Hortalizas, que es una división del principal sindicato agrícola del país, la FNSEA.
Pidieron a los intermediarios que pongan fin a esas entradas de tomates del exterior y a los consumidores que exijan tomates cultivados en Francia, al tiempo que denunciaron que las actuales "prácticas antifrancesas tendrán consecuencias dramáticas para los productores y para sus asalariados".
El secretario general de este organismo, Denis Digel, reconoció a Efe que se trata de "un problema global europeo" y que no tienen nada contra los españoles, ni contra los belgas.
De esos dos países, al igual que de Holanda y de Marruecos, proceden muchos tomates en venta en Francia.
Digel insistió en que lo que critican "es la práctica de los distribuidores" y que estos últimos días ha visto, por ejemplo, la entrada de tomates españoles por los que las cadenas sólo pagan 40-50 céntimos de euro el kilo, un precio que aseguró que no permite cubrir costos.