El presidente de UNION FENOSA señaló que la generación eléctrica necesita un mix tecnológico diversificado que tenga en cuenta los tres objetivos de seguridad, competitividad y sostenibilidad ambiental.
El presidente de UNION FENOSA, Pedro López Jiménez, ha destacado hoy en Segovia la necesidad de contar con un modelo basado en una combinación de fuentes renovables y de combustibles fósiles medioambientalmente sostenibles.Con el título "España y el desafío energético global", López Jiménez expuso en la Academia de Artillería de Segovia la necesidad de contar con un mix de tecnologías y materias primas que incorpore tanto el carbón sostenible como una nueva etapa de aplicación de la energía nuclear. "La creciente dependencia energética de los grandes países consumidores y las incertidumbres políticas, que provocan precios récord del petróleo contribuyen a que el carbón recupere su espacio en el panorama energético mundial". Según el presidente de UNION FENOSA, la generación eléctrica no puede prescindir del carbón: "Hoy por hoy, el carbón es la forma más barata de producir electricidad y además ofrece seguridad de suministro. Pero la sostenibilidad requiere carbón limpio y carbón sostenible, con uso de carbones con mayor poder calorífico y mejor calidad, en plantas supercríticas y ultrasupercríticas".La utilización de gas en la generación de electricidad también ha contribuido a la mejora de la eficiencia y a la reducción de emisiones de CO2 y continuará aumentando durante los próximos años. Pedro López Jiménez apuntó que "UNION FENOSA se encuentra a la cabeza de las empresas que han apostado por esta tecnología".El resurgir de la energía nuclearLos costes crecientes de los combustibles fósiles y su volatilidad, unidos a la creciente demanda energética, están provocando el renacimiento de la energía nuclear en todo el mundo. López Jiménez señaló que hoy existen más de 430 reactores nucleares operativos en 31 países, que producen electricidad para 1.000 millones de personas y suponen aproximadamente el 17% de la generación eléctrica mundial. Otros 32 se encuentran ya en construcción y en 2020 se espera que más de 100 nuevos reactores estén en funcionamiento.En opinión del presidente de UNION FENOSA, España necesita una estrategia energética a largo plazo para los próximos 20 ó 30 años que parta de una visión integral del sistema, con un mix tecnológico diversificado teniendo en cuenta los tres objetivos de seguridad, competitividad y sostenibilidad ambiental. "Debe haber consenso acerca de los principales retos de la política energética que forman "el ‘triángulo de equilibrio’ y que son la necesidad inexcusable de asegurar la garantía de suministro, mejorar la eficiencia en el funcionamiento de los mercados energéticos y atender a las nuevas demandas de sostenibilidad medioambiental".Según el presidente de UNION FENOSA, estos tres objetivos, tomados independientemente, son valores positivos y por tanto deseables, "pero deben ser combinados de forma realista, adecuada al lugar y al tiempo, dado que no son totalmente compatibles entre sí, y que hay que evitar que los remedios puedan empeorar los problemas". En su exposición, Pedro López Jiménez señaló que UNION FENOSA cuenta con un sólido posicionamiento para afrontar los retos del fututo. El Plan Estratégico de UNION FENOSA hasta 2011 persigue "la estabilidad y la compensación en suministros y precios de las energías primarias; un importante aumento de la capacidad de generación en ciclo combinado y energías renovables; y avanzar en el desarrollo y la aplicación de las nuevas tecnologías de captura y almacenamiento de CO2 en la generación con carbón".UNION FENOSA logró en 2007 los mejores resultados en los 25 años de su historia y una evolución favorable de todas sus áreas de negocio, que la sitúa entre las tres primeras en el sector eléctrico español, la segunda en el sector gasista y la primera en la integración gas&power y coal&powerUNION FENOSA tiene como objetivo de negocio duplicar, en 2011, el beneficio neto obtenido en 2006, y superar los 1.200 millones de euros, con una capacidad de inversión en el periodo de hasta 9.000 millones de euros sin recurso al accionista.