
El sector vinícola europeo se presenta como el principal damnificado por el conflicto de los paneles solares chinos. De hecho, mientras Pekín celebra haber alcanzado un acuerdo con la Comisión Europea (CE) para cerrar la disputa sobre las presuntas prácticas desleales en la exportación de paneles, mantiene en el punto de mira a la industria de vinos europea.
Todo indicaba hace unas semanas, cuando se inició el diálogo para alcanzar este acuerdo, que con la alianza se zanjaría también la investigación a los productores de caldo, sin embargo, según la Federación Española del Vino (FEV), el proceso sigue en marcha.
El último paso que ha dado China ha sido ampliar el periodo de corrección de errores del proceso de registro voluntario en el que se han inscrito más de 400 empresas españolas. Cuando el 19 de agosto finalice este plazo, se iniciará la selección de empresas para la muestra, que se someterán a una investigación más intensiva.
A pesar de que el proceso continúa su curso, la Federación ha explicado a este periódico que China ha tendido la mano a Europa para iniciar un proceso de negociaciones y conversaciones bilaterales, sin embargo la presión antidumping y antisubvención sigue en marcha.
Por su parte el sector en España ha mostrado su voluntad de colaboración para alcanzar una solución a este problema, que es considerado por la Federación como una represalia comercial ajena al sector vitivinícola, ya que la investigación se anunció cuando Europa impuso los aranceles a los paneles chinos.
La FEV y una representación de las bodegas se reunieron con el embajador de China en España, Zhu Bangzao, para trasladarle sus preocupaciones. Por otro lado, la CE ha creado una delegación para defender los intereses del sector, que ya ha viajado a China para reunirse con las autoridades locales.