
Ni cinco meses. Ése es el tiempo que ha discurrido entre la salida a bolsa de Renovables y la presentación de resultados del primer trimestre de su matriz, que se producirá hoy. ¡Pero qué largos parecen! En apenas ese espacio de tiempo, a la eléctrica le ha dado tiempo a pasar de ser intocable, a convertirse en la pieza clave de la reordenación del sector energético español.
En las dos opciones que se plantean a priori sobre el futuro de la eléctrica -la unión con Gas Natural (GAS.MC) o la entrada de EDF (EDF.PA) en su capital de acuerdo con ACS (ACS.MC) (que vendería Unión Fenosa a los franceses)-, descartan en cualquier caso el lanzamiento de una opa. Y el contexto cambia para los inversores, que han visto descender un 5% los títulos en un mes.
Que aporte valor
"La alternativa de la fusión supondría un mero canje de acciones entre dos compañías, lo que eliminaría la prima con la que cotiza Iberdrola" (IBE.MC), apunta Vicente Santillana, gestor de renta variable de Urquijo Gestión.
Ignacio Sánchez Galán, presidente de la eléctrica, ha lanzado ya una descripción del tipo de operación que podría ver con buenos ojos. Para el ejecutivo sería una integración que aportara valor y que no supusiera la venta de muchos activos, del estilo a la adquisición de la británica Scottish Power.
Una descripción que, además, conecta más con Gas Natural que con Unión Fenosa (UNF.MC) u otras opciones, entre otras cosas por su complementariedad y porque las desinversiones serían más bajas.
Sentido estratégico
"La integración con Gas Natural a priori sí tiene cierto sentido estratégico, especialmente por el lado de los negocios de gas. Quizás el recurso del gas es el aspecto más débil del mix de negocio de Iberdrola, de modo que la fortaleza de Gas Natural en este recurso podría complementar bien a Iberdrola. Las sinergias, sin embargo, no esperamos que fueran muy significativas, puesto que la presencia de Gas Natural en Estados Unidos, donde Iberdrola tiene el negocio de almacenamiento de gas, es poco significativo", apunta Miguel Sánchez, analista de Inverseguros.
En el caso de Fenosa, sin embargo, la lista de incompatibilidades es más alta. "El mercado ve más difícil una unión de Fenosa con Iberdrola debido fundamentalmente al poder en el accionariado que tendría ACS y a las desinversiones que tendrían que realizar", apostilla David Navarro, gestor de Inversis Banco. No obstante, los expertos advierten que existen otras empresas compatibles con Iberdrola como la germana E.ON o la británica British Energy.
EDF podría tener la alternativa de quedarse con los activos que vendiera la fusionada o, tal vez, convertirse en su accionista del nuevo grupo para contentarla y mantener las buenas relaciones con Francia. "Esa participación tendría sentido estratégico para ampliar las relaciones nacionales con la gala, en un momento clave del proyecto de ampliación de la conexión eléctrica entre España y Francia", señala Damián Querol, desde Banco Gallego. Su experiencia en energía nuclear, además, sería muy positiva para la eléctrica española.