La cuota de mercado de la enseña que preside Juan Roig es del 21%, casi la misma que acumulan Grupo Carrefour, DIA y Grupo Eroski conjuntamente. La firma valenciana ha sabido adaptarse al nuevo patrón de consumo y apostar por el súper y por la marca de distribuidor
La distribución alimentaria en España ha vivido en los últimos años de crisis económica una fuerte transformación de su modelo que ha derivado en una aceleración del desarrollo de la marca blanca -también conocida como marca de distribuidor (MDD)- y ha convertido al supermercado en el formato comercial preferido por unos consumidores mucho más austeros.
Dos cambios a los que Mercadona ha sabido adaptarse desde que en 2008 decidió reducir gastos para rebajar el precio de sus productos.
Una estrategia que ha hecho posible que el gigante que preside Juan Roig ya tenga una cuota de mercado del 21 por ciento en valor en el sector de los productos de gran consumo -alimentación, droguería, productos para el cuidado del bebé y artículos para mascotas-.
Igual que sus rivales juntos
El poder de Mercadona es tal que la cuota de mercado de la cadena valenciana roza la que alcanzan conjuntamente Grupo Carrefour -8,3%-, DIA -7,9%- y Grupo Eroski -6,4%-.
Y es que estos tres operadores suman el 22,6% del 100 por cien de esa cuota, sólo 1,6% más que Mercadona en solitario, según datos de Kantar Worlpanel, que también indican que la cuota por superficie de venta de la enseña de Roig, cifrada en un 15,1%, es la mayor en España, por delante de DIA, Eroski, Carrefour, El Corte Inglés, Lidl.
Las cifras de Kantar revelan asimismo que a cierre de 2012, la cuota conjunta de estos cuatro distribuidores junto a la del Grupo Auchan -dueño de Alcampo- se situó en el 47,8 por ciento.
Con las de Lidl -2,9%-, Consum -1,8%-, Ahorramás -1,5%-, Grupo Gadisa -1,1%- y El Árbol -0,9%-, el 56% del gasto total en productos de gran consumo va a parar a estas diez enseñas en España.
Crecimiento continuado
Enseñas que han apostado por la marca del distribuidor, que en 1990, y según datos de Nielsen, apenas suponía un 6,8 por ciento de las ventas totales de la alimentación. Diez años después, con el nuevo siglo, su peso en las ventas ya había aumentado hasta el 15,5%. Pero fue en 2008, en plena crisis, cuando se produjo su auténtico despegue, ya que su peso en la cesta de la compra se aceleró. Una aceleración que no ha cesado desde entonces.
Los últimos datos de Nielsen sitúan a la marca del distribuidor en cuotas históricas, alcanzando en 2012 un máximo del 43,5 por ciento sobre el valor total de las ventas de alimentación.
Y es que a pesar de que en nuestro país el fenómeno de la marca del distribuidor es muy reciente, su cuota se sitúa en la banda más alta de la comparativa con nuestros países vecinos, e incluso supera la media europea, situada en el 35,6 por ciento.
Tanto es así que, tras el Reino Unido, que lidera el ranking europeo, España es el segundo país donde la marca de distribución tiene una mayor presencia, al alcanzar el 41,5 por ciento de las ventas en el sector de gran consumo, y el que presenta un mayor crecimiento interanual, del 1,3 por ciento, según Symphony IRI.
Además de la contribución de la marca del distribuidor al peso de Mercadona en el sector de la distribución en España, la apuesta de la enseña que preside Juan Roig por el formato de los supermercados también ha tenido que ver con su éxito en plena crisis. Una crisis en la que ha ido perdiendo peso el comercio tradicional.
Según un informe de la Comisión Nacional de Competencia, entre 1995 y 2009 la cuota de las tiendas tradicionales se redujo en casi ocho puntos porcentuales, mientras que la de los supermercados aumentó en 11,5 puntos.
Una tendencia que ha ido a más, ya que actualmente los supermercados y autoservicios concentran un 57,7 por ciento de la cuota de mercado en ventas -42,5 por ciento si se excluye el 15,2 por ciento correspondiente a las tiendas de descuento-, mientras que las tiendas tradicionales se quedan con un 18,4 por ciento de las ventas y siguen perdiendo cuota.
Por su parte, los hipermercados cerraron el ejercicio 2012 con una cuota del 14,5%, tres puntos porcentuales menos que los que tenían nueve años antes, en 2003.
Independientemente del formato que se esté llevando más y mejor el gato al agua, lo cierto es que la distribución organizada -supermercados y autoservicios, tiendas de descuento e hipermercados- canalizó en 2012 el 72 por ciento -48.831 millones de euros- del gasto de los hogares, frente al 28 por ciento de la distribución especializada -fruterías, pescaderías, carnicerías, etc.-, según se desprende del Panel de Consumo Alimentario del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (Magrama).
Otra de las novedades del sector es que la distribución organizada, en general, y los supermercados, en particular, están ganando terreno en los productos frescos.
Un ámbito que hasta hace poco había estado liderado por el pequeño comercio. Así, y aunque las tiendas tradicionales siguen siendo las preferidas por los consumidores para comprar alimentos frescos -concentran todavía un 38,8 por ciento de las compras en volumen, frente al 31,5 por ciento de los supermercados-, en este sentido podrían perder pronto su liderazgo si sigue creciendo la cuota de mercado en frescos en hiper, súper y tiendas de descuento.