P. Gallego
Madrid, 28 jul (EFECOM).- Los pasajeros afectados hoy en el aeropuerto de Barajas por las protestas de los trabajadores de "handling" de El Prat aseguraron estar "entre agotados y cabreados", algunos porque no llegaron a una reunión de trabajo en Barcelona y otros porque se prolongó la agonía del fin de las vacaciones.
Cientos de pasajeros se vieron afectados hoy en Barajas por las protestas de El Prat, desde ejecutivos en viaje de negocios hasta familias, parejas y grupos de amigos que regresaban de vacaciones, o personas que pretendían pasar el fin de semana en la Ciudad Condal.
El aeropuerto de Barajas preveía operar 1.241 vuelos hoy, en el comienzo del último fin de semana de julio, en el que muchos españoles comienzan o acaban sus vacaciones.
Las protestas del personal de tierra en el aeropuerto de Barcelona obligaron a la cancelación de 97 vuelos de la ruta Madrid-Barcelona, de los aproximadamente 120 previstos para hoy, según informó AENA.
Por la mañana abundaban en las oficinas de las compañías ejecutivos con maletín que exigían "cabreados" explicaciones a los empleados de las compañías al comprobar que su vuelo se retrasaba "por algo que parece que pasa en Barcelona, pero que no nos aclaran".
Un pasajero de Iberia que a las once de la mañana llevaba dos horas esperando en la zona del puente aéreo afirmó que "ante una huelga salvaje, por la que un aeropuerto no funciona, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado deberían actuar para que se restablezca lo que es un servicio público".
Otros hombres de negocios expresaban su deseo de que "el AVE a Barcelona esté en servicio plenamente cuando antes, para que esto no ocurra".
Conforme pasaron las horas los ejecutivos dieron paso a familias, parejas de jóvenes y grupos de amigos, en su mayoría con la piel morena y procedentes de la República Dominicana, Costa Rica o Argentina, que al llegar a Barajas vieron que no podían continuar viaje hasta su casa en Barcelona.
En la T4, en la que opera Iberia, los bebés y los niños más pequeños acabaron por dormirse en brazos de sus madres o llorar a pleno pulmón, mientras los adultos se mostraban "entre cabreados y agotados", por el viaje anterior y por la espera en Barajas, donde tuvieron que esperar horas de pie o sentados sobre las maletas.
Cuando conocieron por megafonía que no volarían hoy, y que la alternativa a pasar la noche en el aeropuerto era viajar en autobús, muchos lo aceptaron "con resignación, porque es lo que hay", mientras que otros se negaron "porque pretenden restarnos del precio de billete de avión lo que cueste el autobús, y eso no es justo porque no viajamos en autobús por gusto, sino por culpa de Iberia".
Muchos de los pasajeros que iban a Barcelona a pasar el fin de semana optaron por volverse a casa "y dejarlo para otra ocasión", o por alquilar un coche para asegurarse la llegada esta noche.
Todos los afectados consultados por Efe criticaron la falta de información dada por las diferentes compañías, y muchos de ellos aseguraron que habían llamado ayer por la tarde e incluso hoy por la mañana para confirmar su vuelo y la compañía les había asegurado que no había problema.
La mayoría de los pasajeros criticó "que se permita una protesta así, sin previo aviso y que afecte a tantos pasajeros", y algunos abogaron por "la intervención de la Guardia Civil, del Ejército o de quien haga falta" para retirar a los trabajadores de Iberia de las pistas del aeropuerto y hacer posible su funcionamiento. EFECOM
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