
Con la llegada del verano queda inaugurada la temporada de festivales al aire libre, y este año con una especial paradoja: la subida del IVA no solo no ha hecho mella en la afluencia de público de los principales festivales, sino que además se han logrado batir nuevos récords de asistencia.
Así lo han puesto de manifiesto algunos de los ya celebrados como el Primavera Sound, que logró reunir a más de 170.000 asistentes, o el Sonar Festival, que acogió a 121.000 espectadores en su última edición. Ambos, además, incrementan su presupuesto en este 2.013, con cifras que llegan hasta los 7,5 millones de euros para el primero, y los 5,3 millones de euros para el segundo.
Lejos de los negros augurios
A pesar de que la caída media por recaudación de venta de entradas hasta la fecha ha sido del 27,51% desde que se implantó la subida del IVA, las previsiones que auguraban una caída del 50% de ingresos para los meses de verano están lejos de cumplirse, al menos entre los grandes eventos. Una agenda repleta de actos y las estimaciones que ya se realizan con las entradas vendidas auguran un verano con mucho ritmo.
De los programados para los próximos meses, el Rototom Sunsplahs de Benicassim ha incrementado en esta ocasión en un 20% la venta de entradas anticipadas con respecto a la pasada edición, con una estimación de afluencia que pretende superar los 200.000 asistentes en el conjunto de sus ocho días.
Uno de los míticos que ya calienta motores es el BBK Live, que se prepara para su octava edición. Este año los promotores del festival bilbaíno han logrado triplicar el espacio disponible para la acampada de los asistentes habilitando una zona del monte Arraiz, con lo que se pasará de tener 5.000 plazas a cerca de 20.000.
Con este traslado se intentarán superar los problemas de espacio de años anteriores, donde las zonas habilitadas resultaban insuficientes para dar cabida a los cerca de 110.000 asistentes que se congregaron el pasado año y que este se pretende superar.
Estrategia para frenar el impacto
La cita con el Jazz en el festival de San Sebastián, Heineken Jazzaldia, promete volver a superar todas las espectativas. Con un presupuesto de 1,85 millones de euros y unos índices de afluencia que rondaron los 122.000 asistentes en la pasada edición, esperan volver a batir récords de asistencia.
Los promotores del Heineken Jazzaldia no están dispuestos a perder un solo espectador, por lo que han decidido asumir el coste del incremento del IVA para que no repercuta en el precio final de sus entradas. Además, de los 100 conciertos que preparan, 60 de ellos serán totalmente gratuitos.
Por su parte, el Festival Internacional de Benicassim, a pesar de tener que suprimir algunos de los actos llevados a cabo en otras ocasiones debido a los recortes de presupuesto, confía en superar los datos de asistencia del pasado año y alcanzar los 20.000 visitantes diarios.
Aunque la decimonovena edición del FIB se ha visto afectada por los problemas económicos de su empresa matriz tras verse inmersa en un concurso de acreedores en el Reino Unido, donde está radicada, su director Vince Power ya ha garantizado su celebración en 2014, año en el que el festival cumplirá 20 años.
El que sin duda se lleva la palma de festival con mayor éxito de afluencia será una vez más el Arenal Sound. El festival que se celebra en el municipio de Burriana completó el aforo el pasado año y este vuelve a repetir suerte colgando el cartel de entradas agotadas a más de un mes de su celebración.
Así lo hacía público la organización en un anuncio hace una semana es su página web, "la cuarta edición del festival castellonense bate récord histórico al vender todas las entradas un mes y medio antes de que se abran las puertas del recinto musical".
Citas para todos los bolsillos
El calendario para el resto de la temporada estival se completa con otros muchos festivales más modestos en afluencia y precio de entradas, pero que nada tienen que envidiar en cuanto a cartel. Algunos de ellos, como el Dreambeach Villaricos, celebrado en la costa de Almería, se ha propuesto consolidarse como uno de los referentes nacionales en el ámbito de la música electrónica, con un precio de abono más acampada de 70 euros.
Otros, como el burgalés Sonorama Ribera, celebrado en Aranda del Duero, consiguió reunir en la pasada edición 40.000 asistentes, cifras que este año estiman igualar. En este caso, el festival evoluciona integrando cada año nuevas actividades como cata de vinos o concursos de cortos, con un abono por tres días de celebración de 60 euros.
El festival de música independiente Low Cost de Benidorm es uno de los que más crece año tras año. Con el cartel cerrado y a un mes de su arranque, la venta de abonos va camino de superar el récord de 20.000 asistentes diarios conseguidos en la pasada edición.
En las de 2009, 2010 y 2012 este festival también consiguió colgar el cartel de sold out, aunque para este año sus promotores han ampliado el aforo hasta los 40.000 personas diarias. Los organizadores del certamen, que cuenta con 2 millones de euros de presupuesto, cuantifican en 6 millones el impacto positivo para la ciudad.
A pesar de los problemas que la fiscalidad del 21% de IVA esta repercuetiendo en el ámbito de la cultura, las cifras que manejan los promotores de estos grandes certámenes demuestran que una buena campaña de publicidad y un magnífico cartel son claves para que, incluso en plena crisis, los espectadores acudan a la llamada de la música en vivo.