Madrid, 28 jul (EFECOM).- La presidenta de la Comisión Nacional de la Energía (CNE), María Teresa Costa, consideró hoy que las condiciones impuestas a E.ON para comprar Endesa son "asumibles" y atienden "exclusivamente" a la función encomendada al regulador de velar por la garantía del suministro energético de España.
Costa afirmó que la imagen de la Comisión no se ha visto dañada por el análisis de la opa de E.ON y aseguró que el trabajo de la CNE en todos los expedientes que realiza "y, especialmente en este, daría para elaborar un estudio sobre la independencia de los organismos reguladores".
El Consejo de la CNE aprobó ayer, con cuatro votos a favor y cinco abstenciones, la oferta del grupo alemán condicionada al cumplimiento de diecinueve requisitos, entre ellos la obligación de enajenar 7.600 megavatios (MW) de la potencia instalada de Endesa, que equivale al 30 por ciento de su capacidad en España.
Además, el regulador energético se reserva la potestad de obligar a E.ON a vender la eléctrica española si durante los próximos diez años un tercero compra, directa o indirectamente, más del 50 por ciento del grupo energético alemán, y la obliga a mantener la integridad del grupo empresarial de Endesa mediante la prohibición de fusionarse con la eléctrica durante un plazo de diez años.
Endesa deberá mantener también su domicilio social y su órgano de administración en España.
Costa indicó que las condiciones impuestas resultan "asumibles" para la compañía alemana, ya que suponen "una parte reducida del total del grupo empresarial" de Endesa y puntualizó que todos los requisitos persiguen salvaguardar la garantía del suministro, "que es lo que compete a este organismo".
Según explicó la presidenta de la CNE, atendiendo a este objetivo se ha decidido que la eléctrica "continúe como tal" y se mantenga la la sociedad matriz en España.
En cuanto a las nucleares, que tienen la consideración de activos estratégicos desde la ampliación de funciones de la CNE aprobada por el Gobierno el pasado febrero, E.ON deberá vender la central nuclear de Ascó I, íntegramente de su propiedad, y ceder la gestión ordinaria en las que participa junto a otros socios: Santa María de Garoña, Almaraz I y II, Ascó II, Vandellós II y Trillo.
De igual forma tendrá que deshacerse de los activos de generación y distribución eléctrica de Endesa en Baleares, Canarias, Ceuta y Melilla y enajenar las centrales incluidas en el Plan del Carbón 2006-2012: Compostilla (León), Andorra (Teruel) y Anllares (León).
Costa justificó la decisión de apartar a la alemana de la gestión de las nucleares en la continuidad de los "acuerdos tácitos" entre los socios de estas instalaciones (las eléctricas) para acometer inversiones, comprar combustible y gestionar los residuos, y evitar la introducción de nuevos criterios "que no tienen que coincidir con los actuales".
En cuanto al sistema extrapeninsular, Costa recordó que se trata de activos estratégicos por la especificidad de estas infraestructuras eléctricas (aislamiento, sobrecostes), mientras que en el caso del carbón su singularidad reside en que es una fuente de energía primaria que posee España, "probablemente la única", indicó.
El sistema de venta de los activos de Endesa todavía se desconoce -"no es el momento procesal", dijo Costa-, aunque la presidenta sí garantizó que a ellas podrán optar empresas extranjeras. "La nacionalidad del comprador no tendrá nada que ver", aseguró.
Al tratarse a activos regulados y considerados estratégicos su enajenación deberá contar con la autorización previa de la CNE.
Por último, la CNE ha estipulado que E.ON tiene que mantener las inversiones previstas en las actividades reguladas de electricidad y gas y por ello le obliga a no bajar su ratio de endeudamiento de 5,25 y le prohíbe repartir dividendos entre 2006 y 2012, "para que los consumidores puedan recibir el suministro de forma continuada y permanente", explicó Costa.
E.ON deberá garantizar el aprovisionamiento de gas natural al mercado español al menos con la cantidad de gas anual prevista en los planes de aprovisionamiento de gas natural remitidos por Endesa a la CNE.
El grupo alemán puede interponer un recurso de alzada contra la resolución de la CNE ante el Ministerio de Industria en el plazo de un mes. EFECOM
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