SACYR
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Sólo podría evitar la entrada de los consejeros españoles si vota en su contra la mitad más uno del accionariado.
La tercera constructora de Francia tiene muy difícil frenar la entrada de Sacyr Vallehermoso en su consejo de administración. Aunque el primer ejecutivo galo, Jean Francois Roverato, y su equipo han amenazado con poder bloquear a la compañía española sumando el 33 por ciento de los derechos de voto, necesitan, como mínimo, el respaldo del 50 por ciento más uno de los accionistas.
Según la legislación de Comercio gala, "los administradores serán nombrados por la junta general constituyente o por la junta general ordinaria", donde se "decidirá por mayoría de votos de los accionistas presentes o representados"
La minoría de bloqueo que alega Roverato, sólo es válida en las juntas extraordinarias. En ellas, se "decidirá por mayoría de dos tercios de los votos de los que dispongan los accionistas que estén presentes o representados". La junta general del próximo 19 de abril es una junta ordinaria, donde tanto Sacyr como Eiffage necesitarán conseguir el respaldo de, al menos, la mitad más uno de los accionistas.
Por el momento, la española cuenta con más del 30 por ciento de los derechos de voto. La compañía podría recibir el apoyo de los empleados (20 por ciento) y la parte que le corresponde de la autocartera, que asciende al 3,7 por ciento. El resto de accionistas son, fundamentalmente, minoritarios e inversores insititucionales; salvo el inversor Albert Frere, que controla cerca del 9 por ciento del capital, y la entidad CDC, con un 3 por ciento.
