Empresas y finanzas

Coyuntura erosiona seriamente las cuenta a los grupos franceses

París, 27 jul (EFECOM).- Los grupos automovilísticos franceses han visto seriamente erosionados sus resultados en el primer semestre por una coyuntura marcada no sólo por el estancamiento del mercado, sino en particular por un precio de la energía que se ha disparado al igual que algunas de las principales materias primas.

El que se ha visto más gravemente afectado es PSA Peugeot Citroen, cuyos beneficios cayeron un 59,1% y quedaron en 303 millones de euros, mientras que los de Renault se redujeron en un 25,1% a 1.627 millones.

En el caso de PSA la situación es más grave, sobre todo porque la dirección no había previsto una corrección tan severa del margen operativo, que con 691 millones (habían sido 1.289 millones en el primer semestre de 2005) no representó más que un 2,4% de la facturación, comparado con el 4,44% un año antes.

La magnitud del varapalo, le ha obligado a revisar a la baja sus expectativas de rentabilidad para la segunda parte del año, en la que no espera mejorar el margen operativo de la primera mitad.

El mercado castigó ayer esa imprevisión con un descenso de la cotización de las acciones de PSA del 10,11% en la sesión bursátil de ayer, del que hoy no recuperó más que el 0,98%.

PSA atribuyó esos resultados a sus pobres resultados comerciales en su mercado natural de Europa occidental, pero también de forma importante a un sobre-costo de las materias primas de 206 millones de euros que no vio venir, y que ahora calcula que aumentará a 250 millones entre julio y diciembre.

Su presidente, Jean-Martin Folz, tuvo que anunciar la presentación el próximo mes de septiembre de un plan de restablecimiento aunque avanzó que no implicará nuevos cierres de plantas, como han hecho con la de Ryton, en el Reino Unido, ni supresiones de empleo.

La situación para Renault, con ser preocupante no es tan alarmante y eso por dos razones esenciales: la dirección había advertido a todo el mundo de lo que se le venía encima y además cuenta con el colchón de la contribución de sus participaciones en Nissan y Volvo.

La participación de Renault en esos dos fabricantes le han reportado 1.212 millones de euros a su resultado en el primer semestre.

Cierto, eso es un 23% menos de lo que le habían aportado en el mismo periodo de 2005, pero porque entonces Nissan había tenido una ganancia excepcional de 450 millones de euros que ahora no se ha repetido. Y en cualquier caso, constituye más de dos tercios de la cuenta de resultados de Renault.

Si se tiene en cuenta únicamente la actividad de Renault, su rentabilidad sólo es algo mejor que la de PSA con un margen operativo del 2,7% de la facturación entre enero y junio con 592 millones de euros, frente al 4,4% en el mismo periodo del pasado ejercicio.

El presidente de Renault, Carlos Ghosn, no ha tenido que corregir sus previsiones de un margen del 2,5% para el conjunto de 2006 y espera que su plan cuatrienal lanzado a comienzos de año permita elevar progresivamente esa cifra al 6% en el horizonte de 2009.

Para ello, la estrategia pasa por lanzar ocho nuevos coches al año a partir de 2007 y aprovechar el tirón de su modelo Logan, que aunque fue diseñado para los mercados emergentes se comporta muy bien allí donde se ha puesto en venta.

Renault está vendiendo todos los Logan que es capaz de producir por el momento (incluso en Francia se matricularon 10.000 en la primera mitad del año), pero el problema es que en este coche juega con unos márgenes mucho más ajustados.

A la espera de conocer estos resultados de Renault, los mercados confiaban en no salir defraudados, como lo muestra que las acciones del grupo subieron hoy un 3,8% en la Bolsa de París, cuyo índice general ganó al mismo tiempo un 1,18%. EFECOM

ac/jj

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