
El Banco de España ultima una regulación para evitar repeticiones de los escandalos bonus y jubilaciones millonarias con que se autopremiaron exdirectivos de antiguas cajas, que han tenido que ser rescatadas tras su cuestionable gestión. En una guía, puesta a consulta del sector, establece la posibilidad de reducir e, incluso, suprimir tanto las aportaciones en pensiones a favor de altos ejecutivos, como indemnizaciones y el mismo pago en retribución variable en caso de que la entidad financiera sufra pérdidas o presente resultados "mediocres".
El organismo dirigido por Luis María Lide da un paso más allá y aconseja a las entidades incluir en los contratos las llamadas cláusulas malus, que fuerzan al beneficiario a reintegrar el dinero percibido en dichas compensaciones en casos de que haya desarrollado una mala gestión o la entidad sufra dificultades.
La activación de dichas cláusulas contemplará "no solamente elementos de conducta o errores graves de la persona en cuestión, sino condiciones que permitan la minoración e incluso la anulación de la remuneración variable en función de un deficiente desempeño financiero de la entidad en su conjunto o de una división o área conreta de la misma o de las exposiciones generadas por esa persona", refiere la guía.
Y para considerar la penalización sugiere tener en consideración la evolución de la entidad por sí sola y en relación con la media del sector, y en ratios específicos de capital, liquidez, calidad de los activos y rentabilidad.
Todo por escrito
Las limitaciones, al menos en cualto al pago del bonus se refiere, deberán estar autorizadas por el propio beneficiario. La guía impone a la entidad que explique en un documento los criterios fijados para la concesión de bonus y "testimonie la aceptación por parte del interesado de en qué casos se produciría la pérdida de la parte diferida o, en su caso, la devolución de la ya abonada" especificanco cómo debería proceder para la devolución. Un requerimiento que, a priori, invalida su aplicación con efectos retroactivos para bonus ya cobrados.
El objetivo de la normativa es alinear la política retributiva a los resultados a largo plazo de la entidad y transparentarlos. Con su entrada en vigor, las entidades estarán obligadas a plasmar la política retributiva en un documento y explicar aquellos consejos que decidan no seguir de este decálogo.
La guía considera inadecuados esquemas retributivos para la alta dirección solo con pagos fijos y propugna por incorporar una parte variable abonable a lo largo de varios ejercicios y con, al menos, el 50 por ciento en acciones o títulos similares. Es más, defiende que una parte de los beneficios por pensiones sea también en compensación variable para que se ajuste a los resultados.
También las pensiones deberán incluir cláusulas que permitan "recuperar" las aportaciones realizadas o retener pensión, "cuando así se requiera".