Empresas y finanzas

El Gobierno despeja el camino a E.ON con condiciones aceptables para su opa

La presidenta de la CNE, Maite Costa, anuncia a los consejeros que los requisitos serán 'light'La alemana podría repartirse con Gas Natural los negocios latinoamericanos de Endesa

madrid. La eléctrica alemana E.ON tiene el camino prácticamente despejado para hacerse con el control de Endesa. La situación ha dado un giro de 180 grados en la Comisión Nacional de la Energía (CNE) que hasta hace unos días barajaba la imposición de duras condiciones o incluso el veto de la opa que los alemanes habían planteado sobre la eléctrica española.

La presidenta de la Comisión Nacional de la Energía (CNE), Maite Costa, llegó a anunciar ayer a alguno de los miembros de este organismo denominado independiente que, finalmente, la condiciones iban a ser 'light'. ¿A qué se debe este giro inesperado en el planteamiento de la CNE?

La nueva postura obedecería al pacto alcanzado con E.ON cuyos términos fueron cerrados, según diversas fuentes consultadas por este periódico, en la mañana de ayer. Los nuevos requisitos pueden ser similares a los que ya impuso en su día este mismo organismo a la oferta presentada por Gas Natural por Endesa, que consistían en desinversiones de entre 7.000 millones y 10.000 millones de euros en activos de la eléctrica española, en lugar de vetar la adquisición de los activos nucleares y de las centrales de carbón por motivos de "interés nacional".

Desinversiones asumibles

Unas desinversiones que serían asumibles por parte de la eléctrica alemana, que en lugar de hablar de un compromiso, se comprometería después a negociar con Gas Natural el traspaso de estos activos, en una operacion muy similar a la que en su día planteó la gasista catalana con Iberdrola. De este manera, Gas Natural podría adquirir activos que le sirvieran para penetrar en el mercado de la energía eléctrica.

No obstante, fuentes conocedoras de la operación aseguran que E.ON no se ha comprometido más que a hablar sobre esta posibilidad con Gas Natural, pero no a su venta definitiva. La primera reunión entre las dos empresas podría tener lugar la próxima semana, una vez que se conozca el dictamen de la Comisión Nacional de la Energía (CNE) -probablemente el lunes-, ya que al consejero delegado de Gas Natural se le ha llenado la boca en los últimos día negando un acuerdo con E.ON.

Opciones barajadas

Como ya adelantó este diario, en un primer momento se barajaron dos opciones: E.ON tomaba el 50 por ciento de Gas Natural y ésta a su vez Endesa -opción que fue rechazada- o Gas Natural se quedaba con los negocios europeos e iberoamericanos de Endesa y E.ON con su presencia en España. El problema en este caso era que ambos querían parte del pastel latinoamericano, que ahora podrían repartirse entre ambas empresas.

La pregunta que está en boca de todos es a qué se debe este cambio repentino de posición del Gobierno. La respuesta más plausible es que desde el propio Ministerio de Industria se empezó a admitir que el veto de la operación sería rechazado por Bruselas a medio plazo, por lo que era mejor encontrar una salida negociada, ya que de lo contrario podrían encontrarse con que la operación se aprobaba por Bruselas sin ningún tipo de condición, tal y como pedía Endesa.

Gas Natural ha insistido en estos últimos días que ellos jamás han planteado conversaciones con E.ON. Pero, además, es que su accionista mayoritario, la Caixa, hace tiempo que había cambiado de opinión y no estaba dispuesta a sostener por tiempo indefinido su apuesta sobre Endesa, con el desgaste de imagen que ello supone para la entidad financiera.

Como es conocido, el director general de la entidad financiera, Isidro Fainé, ha intentado en los últimos meses la consecución de un acuerdo entre los dos grandes partidos políticos, PSOE y PP, que desbloqueara la operación. Pero esta opción, finalmente, tampoco salió adelante porque el presidente de la Oficina Económica de Moncloa, Miguel Sebastián, se negó en redondo a que Gas Natural retirara su operación sin antes negociar las condiciones futuras, porque eso hubiera sido tanto como una rendición incondicional.

José Montilla viajó en las últimas semanas a Bruselas para consultar con la comisaria de la Competencia, Neelie Kroes, y el de Mercado Interior, Charlie McCreevy, cuál iba a ser su reacción a un acuerdo con la compañía alemana ante un veto por parte del Gobierno.

La contundencia de la respuesta de los comisarios europeos en contra de los intereses españoles obligó al Ejecutivo a buscar una solución 'in extremis' que le permitiera una salida honrosa al conflicto creado, según indicaron las fuentes consultadas por este diario.

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