
Sólo la compra de Unicaja puede evitar que algunos clientes con participaciones preferentes de Ceiss, el grupo creado por Caja España-Duero, pierdan hasta un 73,78% de su inversión, ya que ésa es la quita máxima que prevé aplicar el Estado si la fusión se frustra.
Según la información publicada hoy en la página web del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), si la absorción de Banco Ceiss por parte de Unicaja no se materializa, el organismo público se vería obligado a recomprar los productos híbridos -preferentes y deuda subordinada- emitidos por el grupo castellanoleonés.
En ese supuesto y por imposición de Bruselas, las pérdidas para los ahorradores serían mayores que las que tendrían que sufrir si finalmente Unicaja se hace cargo del grupo.
El peor de los casos es el de una emisión de preferentes vendida a clientes minoristas del grupo y a la que se aplicaría un recorte del 73,78% si el FROB acaba nacionalizando el grupo, seguida de otra que perdería el 68,18% de su valor.
Sin embargo, la absorción de Unicaja abriría la esperanza de aplicar quitas menores, que de asemejarse a un precio de recompra expuesto a modo orientativo podrían ir desde el 60,75% al 52,36%.
Además, pequeños ahorradores que compraron preferentes de otras dos emisiones de Ceiss perderían entre un 49,85% y un 51,35% de su inversión si el FROB acaba adquiriendo estos híbridos, frente al descuento de referencia de entre el 24,93% y el 27,17% que podría aplicar Unicaja.
No obstante, cabe destacar que la estimación del FROB publicada hoy sólo es aplicable fielmente si el Estado acaba haciéndose con la entidad, ya que si prospera la fusión con Unicaja debe ser el grupo andaluz el que plantee los descuentos a aplicar para cada emisión.