SOFÍA (Reuters) - Los búlgaros están llamados a acudir a las urnas el domingo, en unas elecciones bajo sospecha de amaños y con las expectativas de que un resultado ajustado prolongue la incertidumbre del país más pobre de la Unión Europea.
El partido de derecha GERB, cuyo Gobierno dimitió tras violentas protestas por la pobreza y la corrupción en febrero, va a la par en intención de voto frente a los socialistas. Esto eleva la posibilidad de que ninguno sea capaz de formar una coalición y, en último término, podría llevar a repetir los comicios.
Seis años después de su entrada en la UE, la desafección en Bulgaria a la clase política está extendida en el país de 7,3 millones de habitantes. El paro está cerca de un máximo en ocho años y uno de cada cuatro vive por debajo del umbral de la pobreza.
La víspera de las elecciones, las autoridades se incautaron de 350.000 papeletas de votos ilegales, lo que ha aumentado el temor al amaño electoral en el país balcánico, tristemente conocido por el crimen organizado.
El líder socialista Sergei Stanishev calificó el descubrimiento de "una conspiración sin precedentes contra la democracia", pero el presidente Rosen Plevneliev, un independiente con el apoyo del GERB, dijo a periodistas que nadie que haya engañado podría escapar.
Un estudio reciente mostró que el 12 por ciento de los búlgaros estaba dispuesto a vender su voto. Debido a la preocupación por el proceso electoral, cinco partidos - entre los que no está el GERB - han contratado a una empresa austriaca para llevar a cabo un recuento paralelo de los votos.
Preocupados por la indignación pública, los políticos han hecho campaña con un perfil relativamente bajo. Los activistas que sacaron al GERB del poder planean protestas tras el cierre de los colegios electorales.
"La gente es pobre y está desalentada", dijo Rumen Blagoev, de 62 años, un policía jubilado de Sofía que pensaba votar a los socialistas.
Los seguidores del GERB, liderados por el ex guardaespaldas Boiko Borisov, se enorgullecen por la construcción de escuelas y carreteras.
"Creo que el GERB necesita otros cuatro años para terminar lo que empezó", dijo Snezhana Georgieva, una profesora que votaba en la capital.
Bulgaria ha mantenido uno de los niveles más bajos de deuda de la UE para mantenerse en el euro, pero sus oponentes dicen que ha cerrado el paso al crecimiento en un país en el que el salario medio mensual es de 400 euros.
Un sondeo reciente daba al GERB un 24 por ciento de los votos frente a un 23,6 por ciento para los socialistas.
Eso daría al GERB la opción de intentar formar gobierno, posiblemente con el nacionalista Attack y otros pequeños partidos de centro y de derecha.
Los resultados a pie de urna se esperan a partir de las 8 p.m. (1700 GMT) y los resultados parciales estarán disponibles por la mañana del lunes.
/Por Tsvetelia Tsolova/
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