Empresas y finanzas

La CNMV toma las riendas de Pescanova y el juez releva a la dirección

MADRID (Reuters) - Un juzgado mercantil de Pontevedra aceptó el jueves el concurso de acreedores del grupo Pescanova y anunció el relevo inmediato de sus gestores mientras se investiga un importante desfase entre la deuda declarada y la real.

"(...) siendo el deudor sustituido por la administración concursal", señala el juez, Roberto de la Cruz Álvarez, en el auto en el que sostiene que "el mantenimiento de las facultades patrimoniales del deudor entraña evidentes riesgos".

El juez hace un repaso de diversos incumplimientos de los gestores de la sociedad antes de la solicitud de concurso, en concreto la no formulación de las cuentas de 2012 y la no presentación a la Comisión Nacional del Mercado de Valores de los estados financieros del segundo semestre.

"Todo lo anterior apunta, sin temor al equívoco, a que mantener las plenas facultades del deudor puede conducir a una situación de difícil gobernabilidad", señala.

El regulador bursátil, que hace dos días anunció que había trasladado parte de su expediente a la Fiscalía al detectar indicios de abuso de información privilegiada, será el encargado de designar la administración concursal de la cotizada, cuyo consejo se ha enfrentado públicamente en los últimos días.

Con parte del consejo de administración frontalmente opuesto a la dirección de la compañía y negándose a firmar las cuentas de 2012 se disparó un proceso que desembocó en la suspensión sine die de la cotización de la empresa y el inicio del proceso de insolvencia sin que la empresa presentase las cuentas a la CNMV y con el anuncio del despido de su auditor.

"Es llamativo que la decisión de solicitar concurso de acreedores haya sido adoptada por mayoría del consejo de administración, lo que por descontado es legítimo, pero da cuenta de la existencia de discrepancias en una decisión de tal trascendencia", recalca el juez.

Cinco de los doce consejeros presentes en PESCANOVA (PVA.MC)votaron en contra de la solicitud de concurso y revocación del auditor anunciada el pasado cinco de abril, según fuentes del propio órgano.

En el centro del escándalo, el propio presidente de la firma, Manuel Fernández de Sousa, reconocía recientemente fuera de plazo la venta de un 7 por ciento del capital y la CNMV investigaba posible uso de información privilegiada.

De hecho, el juez destaca también en su auto que ha habido discrepancias "relevantes" entre la información suministrada cuando inició el proceso y la subsanación adjuntada pocos días después. "Diferencia del porcentaje de participación del socio mayoritario (14,426 por ciento frente al 7,515 por ciento)", explica el juez en el auto en el que también destaca "incluso una diferencia en el pasivo total (se indica que por error) de cerca de 88 millones de euros".

La administración concursal cuenta ya con el apoyo del auditor "forensic" KPMG que investiga a fondo las cuentas en busca de deudas multimillonarias no declaradas en una telaraña de 89 empresas participadas según el registro mercantil.

La sociedad, que a septiembre de 2012 declaraba beneficios netos de 25 millones de euros con una facturación de 1.150 millones de euros, declaró una última deuda consolidada de unos 1.600 millones de euros (1,8 veces el beneficio operativo), aunque fuentes próximas al proceso aseguran que la cifra real puede superar los 3.000 millones de euros si se contabilizan préstamos actualmente fuera de balance.

En un comunicado en el que trasladó el principal contenido del auto a la CNMV, Pescanova destacó que el juez se hace eco de la petición de Pescanova para que la autoridad concursal retrase la obligación legal de formular las polémicas cuentas anuales.

Además de Fernández de Sousa, con una participación declarada del 7,4 por ciento, en el consejo de la firma están representados, entre otros, la cervecera Damm, con un 6,18 por ciento del capital y el fondo Luxempart, con un 5,8 por ciento, ambos abiertamente enfrentados con la directiva.

"Esperamos que a partir de ahora se clarifique la situación", se limitó a decir una portavoz de Damm tras conocer el auto.

Tras perder más de un 66 por ciento de su valor en unos días tras el anuncio de preconcurso, Pescanova - suspendida de negociación desde mediados de marzo - capitaliza actualmente 168,7 millones de euros, frente a los casi 500 millones de euros de valor bursátil que contabilizaba a finales de febrero.

Los bonos convertibles emitidos por valor de 160 millones de euros en febrero de 2012, sí cotizan, al estar listados en Luxemburgo y, según datos de Thomson Reuters, lo hacen con un descuento de más del 85 por ciento.

Hasta hace unos meses, Pescanova era un valor inequívocamente recomendado por los analistas (tenía cuatro recomendaciones de "fuerte compra", otras cuatro de "compra" y una de "mantener").

Pese a su carácter anticíclico (platos preparados de bajo precio), márgenes del 11 por ciento, más de 10.000 empleos directos, facturación multimillonaria y caladeros en los mejores océanos, la sociedad solicitó el procedimiento de insolvencia en un proceso con escasa transparencia.

"Asombrosamente pasan los días y todavía no hay una foto clara de lo que está pasando (...) está claro que se han cometido enormes errores". Decía horas antes del auto Jaume Guardiola, consejero delegado de Sabadell- uno de los principales bancos acreedores- la "insólita" situación.

/Por Carlos Ruano y Tracy Rucinski/

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