
El presidente de Pescanova, Manuel Fernández de Sousa, no sólo engañó a la CNMV respecto a las últimas votaciones del consejo de administración o a su participación real en la compañía -declaró un 14% cuando tenía en realidad la mitad de las acciones-, sino que tampoco dijo la verdad respecto a su remuneración en el máximo órgano ejecutivo.
Según han confirmado fuentes próximas al máximo órgano ejecutivo, Fernández de Sousa cobró en el ejercicio 2011 una retribución variable de alrededor de 300.000 euros que no declaró como correspondía. De acuerdo con estas fuentes, en una reunión del consejo de administración celebrada en febrero de 2012 se acordó que esa parte de sueldo se imputara en algunas de las filiales para no sobrecargar así el de la compañía matriz.
Fernández de Sousa habría recibido para ello el visto bueno de Antonio Basagoiti, presidente de la comisión de Nombramientos y Retribuciones. Éste informó oportunamente a todo el consejo, aunque algunos de sus miembros han asegurado a elEconomista que no dispusieron de toda la información y que si hubieran conocido esta maniobra con detalle "nunca se habría permitido". En 2011, la retribución total del consejo de administración de Pescanova se elevó a 1,8 millones de euros.
Petición de explicaciones
Un portavoz oficial de Pescanova recordó ayer que tanto este pago como las cuentas anuales "fueron aprobadas por el consejo" y manifestó además que se ha informado puntualmente a la CNMV tras sus últimos requerimientos de información.
En las últimas semanas, no obstante, Damm y el fondo luxemburgués Luxempart han pedido nuevas explicaciones a la empresa por la fuerte subida de la retribución en las filiales después de que el pasado 22 de marzo este periódico publicara que el sueldo de los administradores había subido en algunas de ellas hasta un 250 por ciento, una medida que beneficia directamente a Sousa y su hijo.
La subida de sueldo se produjo en los consejos de las filiales que ambos abandonaron a comienzos de año. Los datos de Novapeca Trading, que están sin auditar, no se conocen. Pero en los otros siete la retribución total pasó de 226.152 euros en 2010 a un total de 650.921 euros en 2011, de acuerdo con las cuentas depositadas por cada una de ellas en el Registro Mercantil de Pontevedra.
Hay casos incluso en los que las subidas salariales de la cúpula fueron aún mayores. Así, por ejemplo, en Insuiña la subida ha sido del 250 por ciento, hasta 84.153 euros; en Frivesca Chapela la retribución ha aumentado un 240 por ciento, hasta 102.615 euros; y en Pescanova Alimentación se ha elevado un 206 por ciento, a 92.308 euros. Es algo que parece generalizado en toda la estructura societaria.