Una regalía del siglo XXI. El Real Club Puerta de Hierro, ubicado sobre 234,5 hectáreas de suelo público, es un oasis anacrónico en pleno Madrid. La asociación que tiene 15.649 miembros, entre los que se encuentra la duquesa de Alba, no permite la entrada de nuevos socios desde 1987, año en el que entró Pedro Morenés, actual ministro de Defensa, y disfruta de unas lujosas instalaciones en un terreno propiedad de Patrimonio Nacional del Estado, que explota sin tener que acudir a ningún tipo de concurso público desde hace un siglo.
El club, limitado a la nobleza y personalidades de apellidos ilustres, es una herencia de 1912, cuando Alfonso XIII, abuelo del actual Rey de España, Juan Carlos I, decidió crear un club a imagen y semejanza de los county clubs ingleses para que los vips españoles pudieran jugar al Polo.
En el momento en que se firmó el primer contrato de arrendamiento (fue con la sociedad Madrid Polo Club por 74 años), los terrenos eran propiedad privada de Alfonso XIII, por lo que podía disponer de ellos como quería. Ahora, los terrenos forman parte de Patrimonio Nacional, un organismo que depende de Presidencia del Gobierno y se encarga de gestionar los activos públicos, que son de todos los españoles.
Así, desde 1912 se han ido sucediendo contratos de alquiler entre el Real Club de la Puerta de Hierro y Patrimonio Nacional (antes Real Patrimonio de la Corona). La renovación del contrato se realiza sin convocar ningún tipo de concurso público, por lo que ninguna empresa o asociación tiene la posibilidad de gestionar estos activos públicos. El ultimo acuerdo, tras su correspondiente negociación, se firmó el pasado 25 de mayo de 2011 y su vencimiento está previsto para el 31 de diciembre de 2040.
La renta anual no incluye ni el IVA ni el IBI y, además del alquiler, la asociación se compromete, por contrato, a llevar a cabo todas las obras de mantenimiento necesarias y de nueva planta para el correcto funcionamientos de la sociedad, que se pondrán a nombre de Patrimonio. La decisión de que todos los inmuebles e instalaciones del club formaran parte del Estado se tomó en 1994.
Pese a que los terrenos y las instalaciones son propiedad de Patrimonio, el selecto coto, que actualmente preside Luis Álvarez de las Asturias Bohórquez, sólo abre sus puertas a sus 15.649 socios y a la familia real, los miembros del Gobierno, embajadores y algunos altos cargos de Patrimonio.
300.000 euros y la bola negra
La exclusividad del club llega hasta tal punto que lleva sin admitir nuevos socios 26 años y, según el listado de precios de 2013 al que ha tenido acceso este diario, la entrada de nuevos socios está en "suspenso". Así, aunque según explicaron miembros del club a este periódico, la entrada no está ni prohibida ni cerrada a cualquier persona, lo cierto es que entrar a formar parte de esta selecta asociación es todo un reto. El primer filtro es económico: la cuota de entrada son 300.000 euros por socio; el segundo, y más difícil, la bola negra.
Este es el filtro más temido por todo aquel que haya echado su solicitud, ya que si algún miembro de la junta del club saca la bola negra, es decir, rechaza una solicitud, el futuro socio se queda fuera. Como ya se ha mencionado, el último en conseguirlo fue Pedro Morenés en 1987 y llegó a ser presidente de la sociedad entre 2006 y 2011.
Una presidencia que no estuvo exenta de polémica por las normas de etiqueta y conducta que trató de imponer y la subida de precios. Y es que, según el listado de tarifas, jugar al golf o montar a caballo no está al alcance de cualquier persona, y mucho menos desde la presidencia de Morenés. Además de la tarifa de ingreso (los consortes pagan 58.913 euros para formar parte del coto), ahora cada miembro debe pagar una cuota de 284,4 euros al trimestre (1.137 euros al año) frente a los 197 euros que se pagaban en 2006 cada tres meses. Esta tarifa sólo da acceso a las instalaciones, por lo que si se quiere disfrutar de alguno de los dos campos de golf de 6.375 metros y 6.504 metros, respectivamente, tiene que pagar una cuota anual de 672,5 euros, que en 2006 apenas alcanzaba los 345 euros .
Aunque no admite socios, sí permite que lleven invitados. Eso sí, cada uno paga 76 euros por entrar un sábado y no se permite que accedan a los comedores.
Cuentas saneadas
Este alza de los precios se ha dejado notar en la cuenta de resultados del club. En 2011, las últimas cuentas disponibles, la sociedad ganó 444.900 euros, un 96% más que en 2010. Los ingresos apenas subieron un 0,24% hasta los 14,48 millones de euros, el consumo de mercaderías y las provisiones por deterioro del valor de los activos se redujo a la mitad.
El beneficio registrado por la asociación no se reparte entre los socios del club, que de número, es decir, sin contar cónyuges o hijos, apenas alcanza los 9.620 miembros. Según los estatutos de la sociedad, la totalidad se destina a incrementar el saldo del Fondo Social.