China Mobile, AT&T y Verizon dominan un tablero en el que la segunda línea de batalla se disputa en las trincheras con operaciones corporativas.
"Dirige a tus tropas. Toma riesgos. Reúne a tus ejércitos para marchar a través de continentes", es la descripción con la que se comercializa uno de los juegos de mesa estratégico más conocidos: el Risk. Una descripción que encaja a la perfección con los movimientos que se están produciendo dentro del mundo de las telecomunicaciones. El sector está en plena expansión geográfica, bien a través de acuerdos para operar en otros países (joint ventures), o bien directamente a través de fusiones y adquisiciones.
La batalla por la conquista de áreas de negocio nuevas está en auge y el ranking mundial de las operadoras ha cambiado mucho en los últimos años. Tanto, que alguna de ellas tendrá que pensar seriamente su estrategia si quiere seguir perteneciendo a la primera división mundial. Al igual que en el Risk, en el mundo de las telecomunicaciones también se pueden diferenciar tres tipos de ejércitos de más a menos poderoso: artillería, caballería e infantería en función de su capitalización bursátil, y no por su recomendación, ya que ninguna de las 18 mayores telecos del mundo cuenta con un consejo de compra por parte del consenso de analistas. Existen hasta cuatro grandes artilleras dentro del sector -se trata de aquellas con más de 100.000 millones de euros de valor en bolsa-, China Mobile, las americanas AT&T y Verizon y la británica Vodafone. La mejor posición en el tablero sigue siendo la de China Mobile. No tanto porque haya conseguido extender el territorio conquistado, como porque sea la mayor teleco del mundo por valor bursátil y, además, porque cuenta con más de 40.000 millones de euros de caja disponible para hacer compras sin necesidad de pasar por la ventanilla bancaria. "No es descartable que la compañía pueda empezar a comprar. Podría comenzar por Asia pero, por qué no, en algún momento puede plantearse entrar en Europa", indica Javier Borrachero, jefe del sector de telecomunicaciones en Kepler.
Vodafone, ¿comprador o comprado?
Tras la operadora china, las mayores compañías mundiales por valor en bolsa son AT&T y Verizon, competidoras cuyos nombres llegaron a sonar juntos recientemente por una posible oferta de compra sobre Vodafone. La noticia fue desmentida poco después por la propia Verizon, pero la operadora sí recordó que "como ya ha señalado varias veces, estaría dispuesta a ser un comprador del 45 por ciento que Vodafone posee en Verizon Wireless". Ésta es una compañía que surgió de un acuerdo entre ambas operadoras en el año 2000 y de la que Verizon controla la mayoría. "La apuesta de Vodafone en EEUU ha sido fallida por el hecho de no tener el control y de no haber recibido dividendo hasta hace poco tiempo. Creo que tendría sentido estratégico desinvertir", señala Diego Jiménez, responsable de renta variable del centro de inversiones de Deutsche Bank. Citigroup también confía en su salida: "seguimos creyendo que el resultado más probable es que Verizon lleve a cabo una compra apalancada de la participación en manos de Vodafone", indican.
La única pega que ponen algunos expertos es que las elevadas plusvalías que se desprenderían de esa operación (con su consecuente tributación) pueden hacer que Vodafone se lo piense dos veces: "aparentemente tienen contabilizada la participación a un valor bastante bajo y cualquier venta a los múltiplos actuales generaría plusvalías fiscales bastante fuertes. Será algo a considerar, pero tampoco creo que pueda ser un obstáculo si recibe un buen precio", añade Borrachero. De hecho, Vodafone es la única que se cuela en el ranking de las cuatro artilleras del risk de las telecomunicaciones. Este experto, explica que la gran brecha que se ha generado entre los gigantes estadounidenses del sector y el resto de europeas -muchas han bajado posiciones en esta lista-, se debe por una parte a la situación macroeconómica de EEUU frente a Europa, pero también a que "el sector en norteamérica es regulatoriamente menos estricto, lo que les ha permitido invertir más, y además, es un mercado con menos jugadores y más poder de fijación de precios", mientras que en el Viejo Continente afirma que la regulación ha sido muy favorable a introducir competencia, llevando a muchas operadoras a competir en precios de forma irracional en algunos países. También en retribución al accionista las estadounidenses están estrechando la brecha con Europa: ya ofrecen más de un 4 por ciento.
Pero, en el caso de que Verizon se lance a hacer compras tendría que apalancarse más. La parte positiva es que tiene margen para hacerlo -se espera que cierre el año con una deuda equivalente a lo que generará en beneficios este ejercicio, es decir, un ratio muy bajo-. Al margen de esta operación, no parece que las norteamericanas estén muy enfocadas a saltar el charco: "son negocios muy distintos. No tienen ningún interés por mirar a Europa ni a Latinoamérica. AT&T, por ejemplo, está a la cabeza en adquisiciones de compañías de cloud computing, aplicaciones... de aumentar su negocio americano", apuntan desde Deutsche Bank. Por su parte, las miras de Vodafone están en estos momentos en India, Sudáfrica y Turquía.
Así, en la segunda línea de batalla se encuentra la caballería de las telecos. En este grupo se sitúan tres japonesas (SoftBank, NTT DoCoMo y Nippon T&T, que posee un 63 por ciento de la anterior), una australiana -Telstra- y Telefónica. De las japonesas, tan sólo SoftBank se está posicionando fuera de las islas, el resto dependen por ahora tan sólo del mercado nipón. La incursión de Softbank en el extranjero ha sido a lo grande: llegó a un acuerdo para adquirir el 70 por ciento de Sprint Nextel, el tercer operador estadounidense que cuenta con licencia para comercializar productos de Apple (en un principio la exclusividad era sólo de AT&T hasta que se extendió al resto de compañías), por capitalización, la japonesa está en el puesto número nueve (aunque en ello tiene mucho que ver el efecto divisa, ya que el yen se ha depreciado con fuerza contra el euro desde que el Banco de Japón anunció sus medidas de estímulo). Y, aunque la australiana Telstra ha ganado muchas posiciones en el ranking mundial, su negocio está prácticamente sustentado por Oceanía.
Telefónica, en modo desinversión
La deuda se ha convertido en el principal objetivo de la española y lo que le llevó a suprimir el dividendo con cargo a los resultados de 2012. Cerró ese ejercicio con un nivel de endeudamiento de 2,4 veces su beneficio bruto, es decir, con 51.259 millones de euros, y su objetivo es reducir su endeudamiento a 2,35 veces su beneficio. A los analistas se les hace complicado que pueda llegar a esa reducción de la deuda sólo con su generación de caja, y ven posible que haga más desinversiones. Recientemente, colocó un 1,979 por ciento de su capital que poseía en autocartera y, previamente, se especuló con la posibilidad de que saque a bolsa su negocio en Latinoamérica. "En mi opinión no tiene sentido vender las áreas que tienen más crecimiento (no siendo un vendedor forzado). Si hay que desinvertir, lo que tendría más sentido sería la participación en China Unicom, O2 Irlanda (en la que tiene el cien por cien) o la República Checa", indica Javier Borrachero. El responsable de renta variable de Deutsche Bank es de la misma opinión: "Es perfectamente asumible que pueda deshacerse de China Unicom y a buenos precios". De hecho, Telefónica se deshizo de un 4,5 a mediados del año pasado, y el 5 por ciento restante, a precios de mercado, vale en torno a 1.160 millones de euros.
Ahora tiene otro frente abierto. Telefónica tiene un 10,5 por ciento de Telecom Italia a través de la sociedad Telco (participada en su mayor parte por Telefónica y en la que también están presentes Generali, Intesa SanPaolo, Mediobanca y Benetton). Recientemente, la china Hutchison Whampoa ha mostrado su interés en entrar en el capital de Telecom Italia para fusionar su negocio de móvil (3 Italia) con la operadora. Eso, en principio provocaría la dilución de Telefónica -si se lleva a cabo una ampliación de capital-, por lo que muchos expertos creen que puede ser el momento de salida. "Pensamos que hay que dar credibilidad a los rumores sobre una posible venta de la participación de Telefónica en Telecom Italia, por la reducción de deuda que supondría y porque el plan de sinergias terminaría en 2013", señalan los analistas de Banco Sabadell, que calculan que la española recaudaría con ello unos 1.160 millones de euros. "Existe la opción de que a Hutchison Whampoa se le de una participación en Telco", coinciden los analistas de Citigroup.
Otros expertos piensan que si la compañía china entrara en Telecom Italia, "no sería descartable que se quedase con las acciones de Telefónica cambiándoselas por parte o todo el negocio brasileño de la italiana", como sugieren desde Deutsche Bank. Brasil es el gran filón de Telefónica, ya que en 2012 generó un 22 por ciento de sus ingresos (Latinoamérica aporta la mitad de los ingresos totales), lo mismo que España, pero en ese caso podría toparse con muros regulatorios, ya que Telefónica es el primer operador en Brasil y TIM el tercero. Por ahora, Telecom Italia ha retrasado la decisión, al crear una comisión que estudie la operación, en la que estará presente, entre otros, el vicepresidente de Telefónica, Julio Linares.
Con menor presencia en el tablero se encuentran las telecos de infantería. En este grupo se incluyen Deutsche Telekom (la tercera europea con mayor valor en bolsa, pero la décima en el ranking mundial, y France Telecom que, según apunta Borrachero "no tiene un problema de deuda pero sí de generación de caja y de competencia creciente en Francia" -se espera que cierre el año con un nivel de endeudamiento de 2,3 veces su beneficio bruto-. Ambas están cooperando en los países en los que están presentes e incluso fusionaron sus filiales en Reino Unido. Pero aunque el run run del mercado siempre ha especulado con una posible fusión de France y Deutsche, los expertos no ven tan claro que, llegado el momento, alguna de las dos estuviese dispuesta a ceder soberanía.
Por último, una de las operadoras favoritas de Deutsche Bank en Europa es la holandesa KPN, "por los múltiplos a los que cotiza y por estar rodeada de operaciones corporativas": Carlos Slim ha incrementado su participación en ella y su negocio en Alemania (ePlus) es, según apunta Diego Jiménez, una pera en dulce para cualquier comprador.