
Leigthon, la filial australiana de ACS, cerró ayer la venta del negocio de telecomunicaciones al Ontario Teachers Pension Plan, el fondo de los profesores canadienses, por 484 millones de euros.
La operación, prevista en el plan estratégico de ACS, supone avanzar en el plan de desinversiones previsto por la compañía y se cierra apenas unos días después de la crisis que vivió la compañía australiana con el cambio de su presidente, Stephen Johns, y de varios de sus consejeros independientes, por las presiones realizadas por el consejero delegado de Hocthief, Marcelino Fernández Verdes.
Leigthon seguirá manteniendo el 30% del capital de Nextgen Networks, Metronode y Infoplex. El acuerdo firmado incluye varias cláusulas, como que el fondo de Ontario y Leigthon mantendrán una alianza durante los tres próximos años, en la que tendrán la misma representación en el consejo de administración, pese a la diferencia de peso accionarial.
Leighton considera que el fondo es un "cualificado inversor" que proporcionará solidez financiera a su filial, para aprovechar así el potencial de crecimiento que considera presentan estas firmas de infraestructuras de telecomunicaciones.
La operación de venta está pendiente de las autorizaciones regulatorias pertinentes y algunas condiciones de cierre como la reestructuración corporativa de los activos así como que no haya ningún efecto adverso.
Según un reciente informe de Citi, "el aumento de la influencia de ACS en Hochtief y en Leigthon incrementa el riesgo para Leigthon de la venta de activos para la repatriación como beneficio en efectivo por ACS".
El grupo de infraestructuras se ha marcado como objetivo reducir su deuda -que se situaba en 4.952 millones en 2012-, hasta los 3.000 millones a cierre de este ejercicio, para lo que prevé seguir con sus desinversiones.
Florentino Pérez quiere desprenderse de los aeropuertos de Hochtief, varios parques eólicos, las plantas termosolares que tiene firmadas con General Electric, participaciones en autopistas, desaladoras, inmuebles, líneas eléctricas en Brasil, así como la externalización de algunos contratos de maquinaria.