Maite Rodal
La Haya, 11 abr (EFECOM).- El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, promovió hoy en Holanda su objetivo de implicar a los países en el desarrollo de la producción de biocombustibles, para lo que pidió un debate "racional", "urgente" y "despojado de ideas preconcebidas".
En un seminario sobre las oportunidades de negocio entre Brasil y Holanda, Lula, que hoy concluyó una visita oficial a ese país, defendió que "hay que ver la producción de etanol a partir de otros territorios", refiriéndose a Latinoamérica, Africa y Asia, "y así producir nuevos combustibles a partir de países que no tienen nada".
En este sentido, añadió que "estamos ofreciendo (...) democratizar el combustible en el mundo y que no esté concentrado en diez o doce países", dijo en referencia a los grandes productores de petróleo.
Lula reiteró esa idea también ante los miembros del Gobierno holandés, que le ofrecieron un almuerzo en su honor y en un discurso sobre retos mundiales en el que invitó a los presentes, en su mayoría políticos, a abrir un debate "sin ideas preconcebidas" sobre los "supuestos riesgos" de los biocombustibles.
Como presidente de uno de los países de mayor producción de bioenergía (en Brasil es etanol a partir de caña), Lula improvisó ante los empresarios una intervención al final de su discurso escrito en el que reveló una de las razones por las que es partidario de ese tipo de fuente energética.
En la línea de sus ideas de justicia social e igualdad, argumentó que "los biocombustibles me entusiasman porque hasta el trabajador menos cualificado, hasta un analfabeto, puede plantar un grano que luego genere combustible o una caña de azúcar para hacer etanol".
En su defensa ferviente de un sector en el que espera inversiones holandesas, también reiteró que es una "mentira infame" que los biocombustibles aumenten los precios de los alimentos, que destruyan la selva amazónica o que vayan en detrimento del cultivo agrario destinado a la alimentación.
Con ello rebatió posturas como la del presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick, quien dijo el pasado lunes que el mayor énfasis en la producción de biocombustibles es uno de los factores del mayor aumento de precios a nivel mundial de algunos alimentos.
Al señalar el calentamiento global como uno de los grandes retos de futuro, Lula da Silva recordó que en su país la sustitución parcial de la gasolina por el etanol "evitó la emisión de 644 millones de toneladas de CO2 en los últimos 30 años y generó cerca de 6 millones de puestos de trabajo, incluidas la regiones más pobres".
Tras dos días de visita de Estado en Holanda, durante los cuales ha promocionado la economía brasileña presentándola como estable y sostenible, Lula concluyó hoy su viaje convencido de "haber dado un paso muy importante" en la relación entre los Países Bajos y Brasil.
El presidente brasileño invitó a los empresarios a participar de las buenas perspectivas económicas de Brasil y les instó a que apliquen allí su experiencia tecnológica en sectores como puertos y vías de comunicación.
"Invertir en Brasil es un buen negocio", afirmó Lula, quien explicó con una avalancha de cifras el auge económico que vive su país, en el que se mezclan crecimiento económico sin peligro aparente de sobrecalentamiento.
"Tenemos señales claras de estabilidad y de expansión", recalcó.
Lula recordó que en 2007 Holanda invirtió por valor de "cerca de 8.000 millones de dólares" en Brasil, lo que supuso un crecimiento de "más del 200 por ciento" en relación con el año anterior.
Para empezar, Holanda y Brasil firmaron hoy una serie de memorandos de entendimiento en materia de patrimonio cultural común, educación superior, puertos, agua y biocarburantes, incluyendo este último la intención de crear un grupo de trabajo bilateral para certificar el origen de ese tipo de combustibles.
Como dijo el ministro holandés de Comercio Exterior, Frank Heemskerk, en el tramo final de la visita: "el trabajo en papel está hecho, ahora tiene que empezar el trabajo de verdad".
Tras su visita a Holanda, que hoy se cerró con el broche de la actuación de las escuelas de samba "Old Guard" de Río de Janeiro, Lula da Silva partió a Praga para seguir promocionando su Brasil próspero. EFECOM
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