Gerardo Díaz Santamaría, hijo del expresidente de la CEOE, ha negado este martes ante el juez Eloy Velasco de la Audiencia Nacional haber contribuido al vaciamiento patrimonial de la empresa Trapsa, perteneciente al grupo Marsans, en relación con cuatro operaciones de disposición de activos de la compañía, que terminó en manos del "liquidador de empresas" Ángel de Cabo.
Díaz Santamaría ha comparecido en calidad de imputado ante el titular del Juzgado Central de Instrucción número 6 a petición de las mayoristas AC Hoteles, Meliá, Pullmantur y el grupo Orizonia, que le acusan de alzamiento de bienes en relación con la empresa Trapsa, de la que el fue consejero entre 2006 y 2010.
Tras su declaración, ninguna de las partes ha solicitado que se le impona medida cautelar alguna, han informado fuentes jurídicas.
A lo largo del interrogatorio, el hijo de Díaz Ferrán ha explicado que él empezó a trabajar en 2000 como empleado en la empresa Trapsa, que gestionaba polideportivos y líneas de transporte en diversos puntos de España.
Entre 2006 y 2010 fue consejero de la compañía, ha reconocido ante el magistrado, si bien las cuatro disposiciones de efectivo por las que se le ha preguntado no tuvieron como objetivo vaciar esta empresas en favor de De Cabo, según ha asegurado. Tres de ellas se correspondían con la gestión de centros deportivos y la restante con el transporte, y respecto a esta última ha afirmado que la realizó a petición de su padre.