La puja por José Cuervo, la marca de tequila más vendida del mundo, está abierta. El grupo británico Diageo, que contaba hasta ahora con un contrato de distribución del producto en el extranjero, rompió el pasado mes de diciembre las negociaciones no sólo para la renovación del mismo, sino también para la compra de la propia compañía, propiedad ahora de la familia mexicana Beckmann.
Según han confirmado fuentes del sector de bebidas alcohólicas, la empresa que tiene ahora más opciones para hacerse con su control es la francesa Pernod Ricard, que no oculta ya su interés. La marca José Cuervo está valorada en alrededor de 3.000 millones de dólares (2.300 millones de euros) y es el líder indiscutible en dos de los mercados más grandes de tequila, Estados Unidos y México, por delante de la marca Sauza de Beam Global.
En una entrevista con la agencia Dow Jones, el propio presidente de la compañía, Pierre Pringuet, admitía ya su interés por la enseña. "José Cuervo es una empresa que conocemos muy bien. Estamos abiertos a todo tipo de discusiones", aseguró. Pringuet declinó comentar si la empresa ya está en conversaciones con la familia Beckmann, aunque todo indica que es así. Los mexicanos necesitan urgentemente un acuerdo de distribución mundial y una vez que Diageo ha descartado la operación, sólo hay dos posibilidades.
La opción de Bacardi
La primera y más factible es la de Pernod Ricard, aunque en el mercado no se descarta tampoco la posible entrada de Bacardi, que por ahora no ha mostrado sin embargo un interés público.
El problema para los Beckmann es que si ninguna de las dos compañías optara finalmente por el contrato de distribución -otra cosa es la compra de la empresa- podría tener un serio problema para hacer llegar el producto a todo el mundo ya que no hay ninguna otra multinacional con tantas redes de ventas a nivel internacional.
El principal obstáculo de Pernod Ricard es su abultada deuda, después de que en 2008 ganara la puja en la privatización de la sueca Vin & Sprit, propietaria del vodka Absolut, y pagara 5.626 millones de euros, con 346 millones de deuda incluidos. La empresa francesa, que puja por el liderazgo mundial con Diageo, fue creada en 1975. Tiene presencia en 75 países, con ventas netas anuales que ascienden a los 8.215 millones de euros y cuenta con 18.777 empleados en el mundo. Entre su portafolio de marcas se encuentra el vodka Absolut, el coñac Martell y los whiskies Chivas y Ballantine's.
Un precio elevado
Además del elevado precio que tendría que desembolsar ahora, uno de los problemas a los que podría enfrentarse Pernod Ricard si asume la compra de José Cuervo es que su cuota en Estados Unidos ha ido disminuyendo en los últimos años.
Todo ello además de que se trataba de una de las marcas de Diageo, dueña también de J&B, Cardhu, Smirnoff o Johnnie Walker, que tenía el margen más bajo y que no cumplía además con su potencial en Estados Unidos, según admitió el presidente ejecutivo de la multinacional británica, Paul Walsh, cuando comenzaron las negociaciones en el año 2011. Diageo se concentrará ahora en el crecimiento de su propia marca de tequila Don Julio, aunque algunos analistas apuntan a que el abandono de José Cuervo podría llevar a intentar una oferta por Beam.
Diageo pide un descanso