Caracas, 8 abr (EFECOM).- El ministro para la Energía y Petróleo de Venezuela, Rafael Ramírez, negó hoy que la anunciada nacionalización de las empresas productoras de cemento que operan en el país "vaya contra nadie", y la justificó en el "interés nacional".
"No tiene nada que ver contra ningún país ni contra ninguna empresa" en particular, dijo Ramírez y precisó que el Gobierno de Venezuela "quiere el control de las actividades que consideramos básicas y fundamentales para nuestros planes de desarrollo".
"Sin el control de las cementeras no podemos articular la política que necesitamos para impulsar nuestra infraestructura y nuestras viviendas", declaró a los periodistas.
Ramírez reiteró que "el costo de las nacionalizaciones lo asumirá el Estado", si bien dijo que esos costos son aspectos que todavía deben negociarse con las empresas involucradas.
En principio, sostuvo, la propuesta fue acogida "favorablemente" por los representantes de las firmas mexicana Cemex, la francesa Lafarge y la suiza Holcim, que concentran más del 90 por ciento de la producción de cemento del país.
El ministro recordó que ayer se reunió con ejecutivos de las tres firmas, en un encuentro al que también asistieron los ministros de Industrias Básicas, Rodolfo Sanz; de Industrias Ligeras, William Contreras, y de Vivienda, Edith Gómez.
"Hemos establecido quitar cualquier incertidumbre al respecto (...) no queremos que se tergiverse lo que queremos hacer", añadió y consideró que "esta primera reunión ha allanado el camino para que activemos la negociación".
"Lo importante es que ellos supieran nuestras intenciones, de nuestros interlocutores, y ahora estamos esperando a que ellos se muevan", manifestó.
El ministro precisó que se trata de la nacionalización de "empresas que eran de capital nacional y fueron adquiridas por el capital trasnacional".
Volvió a repetir, como lo anunció el lunes, que Venezuela invitó a esas cementeras a formar empresas mixtas, en las que el Gobierno controlará al menos el 60 por ciento de las acciones.
La decisión del Gobierno de asumir el control de la producción de cemento fue anunciada el pasado 3 de abril por el presidente del país, Hugo Chávez, quien recordó que todas ellas obtienen la materia prima de cerros de caliza estatales.
Chávez también aseguró que se pagará "hasta el último centavo" por las acciones que pasen a control público.
Cálculos empresariales señalan que Cemex produce alrededor de la mitad de las 12 millones de toneladas anuales registradas en el país, así como buena parte del hormigón y agregados.
Lafarge cubre un 25 por ciento aproximadamente de ese total y Holcim, alrededor de un 17 por ciento.
Venezuela ya ha nacionalizado otros sectores considerados estratégicos, como el del petróleo, la electricidad y la telefonía, tras previas o posteriores indemnizaciones o acuerdos de compraventa y de asociación en empresas mixtas. EFECOM
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