Empresas y finanzas

"Quitas y moras, sólo así se evitará una quiebra masiva de las inmobiliarias"

El presidente del G-14, Testa y Vallehermoso, Fernando Rodríguez-Avial, cree que sólo con quitas y moras se evitará una quiebra masiva de las inmobiliarias.

Hace algo más de un año Fernando Rodríguez-Avial, presidente de Testa y de la inmobiliaria Vallehermoso (grupo Sacyr), asumía la responsabilidad de dirigir también el G-14, el lobby de las inmobiliarias por la excelencia. Y no ha sido fácil: refinanciaciones, moras de deuda, dación en pago, reformas fiscales y, en el centro de todos los cambios, el nacimiento de la Sareb (banco malo). Toca hacer balance.

¿Un año complicado?
Un año muy complicado. Pero ya lo sabía cuando acepté el cargo. El sector se ha seguido deteriorando, las empresas que tenían problemas continúan con problemas y tampoco la economía del país ha mejorado. Ha sido muy difícil y lo que es peor, nos quedan años.

No obstante, se han dado pasos. Hace un año, por ejemplo, no había un banco malo...
y ahora tenemos a la Sareb. ¡Sin duda! Era necesario para reorganizar el sector y sanearlo. El banco malo tiene activos por más de 50.000 millones de euros y sólo tiene un objetivo: venderlos y que todos los españoles que estamos financiando esta operación podamos recuperar su valor.

Pero venderlos, ¿a qué precio?
Hay que intentar venderlos sin pérdidas. ¿Se va a poder? La verdad, no lo sé. Hay un plan a 15 años y vamos a tener que esperar a que empiece a funcionar.

¿No es un plazo muy largo?
¡Ojalá fuera en cinco! La Sareb no pretende ser una gran inmobiliaria que dure 50 años. El fin es vender todos los activos en el menor tiempo posible y liquidarla. La Sareb tiene un objetivo final: desaparecer.

Justo el contrario que el de las promotoras inmobiliarias. ¿Qué supondría una quiebra masiva?
Ni el Gobierno ni el país se lo pueden permitir. Y sólo hay una manera de evitarlo: quitas y moras.

¿Que se rebaje la deuda?
(Rodríguez-Avial lo tiene muy claro. A sus 62 años, y muchos de ellos en el negocio del ladrillo, sabe de lo que habla. Y la banca, dice, también). Sí, quitas de deuda y mora en los plazos de pago por muchos años. Sólo así saldremos de esta situación.

¿Y si no...?
Las liquidaciones supondrían la desaparición del promotor y para el financiero, pérdidas adicionales a las que ya tiene. No sería bueno para el país. Para nadie.

¿Y sería bueno que el Gobierno aprobara la prórroga de la moratoria? Rumores hay.
Los hay y sería positivo para el sector, que no se entre en causa de disolución o concurso de acreedores por la valoración de los activos. Esa prórroga de uno o dos años daría tiempo para hablar con la banca y con el Gobierno y ver cómo se ordenan los préstamos pendientes entre ambas. Pero tiene que ser pronto, como muy tarde en marzo.

¿Cómo ha sido su relación en este año al frente del G-14?
La verdad es que ha sido buena y cordial. Nos han escuchado con mucho interés...

Pero lo cierto es que la Sareb ha echado a andar sin expertos inmobiliarios en la cúpula.
Lo que es necesario es que sea profesional. Además, todas las inmobiliarias están afectadas porque todas tienen relación con los bancos.

Aunque no siempre es muy cordial. Ahí está Reyal Urbis, una de las suyas, apurando la última semana para refinanciar sus deuda. O Realia, con vencimientos en marzo. En Reyal, perdone, pintan bastos.
Pero refinanciaciones va a tener que haber siempre. ¿Qué otro camino hay? El sector financiero ha provisionado montones de dinero en relación con el sector promotor y van a tener que seguir hablando.

Pero, ¿cómo? La distancia entre lo que se tiene y lo que se debe es demasiado grande.
Pero hay muchas formas de hacerlo. Alargamientos de plazo, mejora de las condiciones financieras, quitas, conversión de parte de los préstamos en préstamos participativos, transformación de préstamos en capital de las promotoras, daciones en pago... Lo que sí es cierto es que el sector financiero y el sector promotor tienen que trasladar a la economía real los nuevos valores de la vivienda. Los precios de los pisos no van a volver a subir.

¿Seguro? El mercado sigue esperando repuntes.
Todos tienen que entender que lo que antes valía cien ahora vale 70. Y va a ser así en muchos años. No hay más remedio que aceptarlo por ambas partes. Saldremos de esta crisis, pero el escenario que surja será muy distinto al actual. Más pequeño, precios más bajos, menos créditos, más alquiler...

Con IVA y sin desgravación fiscal.
Efectivamente, pero era inevitable. El Gobierno no ha tenido más remedio, ya que era una exigencia de las autoridades europeas.

La dación en pago es otra de la grandes protagonistas del sector. ¿Vamos a llegar a ella?
En un futuro, sin duda. Con un financiación menor y un ahorro mayor por parte del comprador... los bancos no van a poner problemas.

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