LONDRES (Reuters) - El Grupo de los Siete países más industrializados reiteró el martes su compromiso con los tipos de cambio determinados por el mercado y dijo que las políticas fiscales y monetarias no deben dirigirse a devaluar las monedas.
La declaración del G-7 siguió a un aumento de la retórica sobre las guerras cambiarias, provocado en gran medida por el impulso del nuevo gobierno japonés para una agresiva expansión de la política monetaria, que derivó en un brusco debilitamiento del yen.
"Nosotros, los ministros y gobernadores del G-7, reafirmamos nuestro compromiso de hace tiempo con los tipos de cambio determinados por el mercado y con las consultas estrechas con respecto a las acciones en los mercados cambiarios", dijo el comunicado, divulgado por Reino Unido, que preside el foro del G-8 (el G-7 más Rusia) este año.
"Reafirmamos que nuestras políticas fiscales y monetarias han sido y seguirán siendo orientadas hacia el cumplimiento de nuestros respectivos objetivos económicos, usando instrumentos domésticos, y que no apuntaremos a tipos de cambio".
"Acordamos que la volatilidad excesiva y los movimientos desordenados de los tipos de cambio pueden tener implicaciones adversas para la estabilidad económica y financiera. Continuaremos consultando en forma estrecha sobre los mercados de cambios y cooperaremos según sea apropiado".
A pesar de eso, existen pocos indicios de que Tokio sea presionado seriamente cuando se vean al final de la semana los ministros de finanzas y banqueros centrales del G-20 en Moscú, en parte debido a que Estados Unidos también aplica políticas similares.
La funcionaria del Tesoro estadounidense Lael Brainard dijo el lunes que si bien las devaluaciones competitivas deberían evitarse, Washington respalda los esfuerzos de Tokio para reactivar el crecimiento y poner fin a la deflación.