
Enfrentamiento abierto entre Schweppes y la Agencia Tributaria, que reclama a la compañía pagos pendientes por un importe total de 48,62 millones de euros en concepto del Impuesto sobre Sociedades entre 2003 y 2006 y el IVA y el IRPF entre 2004 y 2006. Según reconoce la compañía, se reclaman, en concreto, 38,97 millones de cuota y otros 9,65 millones en intereses.
La reclamación se efectuó tras una inspección realizada por la Administración Tributaria, que concluyó en septiembre de 2009. De hecho, aparece ya reflejada en las cuentas de 2010. Ahora vuelve a constar de nuevas en las memorias que la compañía acaba de hacer públicas, explicando además que se ha presentado un recurso ante el Tribunal Económico Administrativo Central (Teac).
La dirección de Schweppes está totalmente convencida de que la justicia le dará la razón y ha decidido, por ello, no hacer ninguna provisión al respecto. No obstante, esto ha provocado que Deloitte, la firma que se ha encargado de auditar las cuentas, lance una advertencia en las mismas, recordando que se han "incoado actas por importes significativos (...) no habiendo registrado provisión alguna para cubrir riesgos fiscales por los ejercicios inspeccionados ni por los ejercicios sujetos a inspección".
Y es que, al margen de las reclamaciones ya en firme por parte de la Administración Tributaria, Hacienda tenía abiertos también a inspección, al cierre del ejercicio 2011, el pago del Impuesto de Sociedades y otros impuestos desde el año 2007.
La empresa, en cualquier caso, se muestra tranquila y así lo reconoce en sus últimas memorias. "Los administradores de la sociedad consideran que se han practicado adecuadamente las liquidaciones de los mencionados impuestos, por lo que, aún en caso de que surgieran discrepancias en la interpretación normativa vigente por el tratamiento fiscal otorgado a las operaciones, los eventuales pasivos resultantes, en caso de materializarse, no afectarían de manera significativa a las cuentas anuales adjuntas", asegura el grupo. Aunque no hay provisiones, la sociedad sí que ha presentado avales de entidades financieras por un importe de 7,9 millones, principalmente para garantizar los recursos interpuestos.
Si el Teac fallara finalmente en su contra, a Schweppes le quedaría aún la opción de presentar otro recurso ante la Audiencia Nacional, por lo que el proceso podría alargarse todavía durante varios años.
Las cuentas
Schweppes, propietario también de marcas como Trina, La Casera, y Orangina, está integrado en el gigante japonés de las bebidas Suntory y su consejero delegado en España es Ignacio Silva. En 2011, y a pesar de las graves dificultades por las que atraviesa el mercado, la compañía logró mantener prácticamente igual su nivel de ventas, cerrando con una cifra de facturación de 340 millones de euros.
El resultado neto, sin embargo, se ha desplomado. En 2010 la filial española ganó 4,6 millones de euros y en 2011 apenas superó los 200.000, lo que supone una caída del 96%. Habrá que esperar para saber como fue 2012.