Alfonso Junguitu ha dedicado los últimos diez años de su vida a solventar los problemas operativos de distintas empresas. Ahora seguirá haciendo lo mismo, pero con el respaldo de una gran firma de servicios profesionales. El directivo es el último fichaje de KPMG, donde entra como director en el área de Restructuring de España. Este departamento ha ganado mucha importancia a raíz de la crisis económica, ya que su finalidad principal es apoyar al empresario en la gestión de los problemas.
Teniendo en cuenta la situación financiera que atraviesa España, ¿qué es lo que ha fallado en la estructura de las empresas españolas para que la mayoría no hayan sido capaces de sortear la crisis?
Cuando empezó la crisis sobre 2007 y 2008, las empresas optaron por llevar a cabo refinanciaciones, de forma que continuaron con los planes expansivos y de desarrollo porque se pensaba que la crisis iba a durar poco tiempo. Se creía que esto consistía en superar un simple bache y luego continuar prácticamente con las mismas condiciones. Pero la realidad es distinta y se ha demostrado que una reestructuración financiera no es suficiente. Hemos llegado a un punto en que hay que actuar desde dentro de la empresa y ahí es donde entramos en juego nosotros.
¿Cuál es exactamente la función que realizan en las empresas?
Una de las cosas que tienen en común las empresas que empiezan a tener problemas es que el equipo directivo dedica alrededor del 90% de su tiempo a gestionar su propia crisis, por lo que dejan de gestionar la empresa y de buscar desarrollo. Nuestro trabajo es descargar al equipo directivo para que ellos se puedan volcar en el desarrollo del negocio y nosotros nos centramos en devolver la rentabilidad a la empresa a través de servicios de turnaround.
¿En qué se centran esos servicios y cuáles son las claves de una reestructuración operativa?
La palabra turnaround es de origen anglosajón, su traducción aproximada sería darle la vuelta a la empresa, transformarla. Para eso, analizamos la situación de la tesorería, realizamos un diagnóstico y configuramos un plan de acción concreto sobre cambios operativos, medidas de ahorro de coste, mejoras de márgenes, incrementos de ventas, venta de activos no productivos, etcétera.
¿Qué metodología siguen y en cuanto tiempo la empresa puede ver los resultados positivos?
Se realiza un estudio en profundidad de la compañía a lo largo de tres a cinco semanas y se elabora y entrega un plan de ejecución que va de los 30 a 100 días. Nosotros les acompañamos y les ayudamos a implementar ese plan, sobre todo más intensamente en los 100 primeros días, que son claves. Es importante realizar acciones muy puntuales para que los primeros impactos sean efectivos y cambie la inercia. En los siguientes dos meses seguimos un plan de estabilización, por lo que en medio año encuentran resultados estables.
¿En qué situación se encuentran las empresas que llaman a su puerta para reclamar estos servicios?
Actualmente, las empresas están viviendo un momento muy dramático, pero salvable. De hecho, la mayoría de las empresas que solicitan estos servicios se encuentran en un punto que tiene solución, pero hay una pequeña parte a la que le tenemos que decir que no podemos hacer nada. Sin embargo, con las que trabajamos, tenemos un porcentaje de éxito que es arrollador, casi del 100%.
Se está hablando de que los márgenes en los precios de los servicios de auditoría están bajando y eso puede mermar la calidad, ¿sucede lo mismo en este sector?
Si no vamos a poder hacer las cosas bien, por qué no vamos a tener las herramientas necesarias para realizar nuestro trabajo correctamente no aceptamos el trabajo, porque pones en juego tu prestigio. Es preferible rechazar un trabajo y que lo haga otro, ya que nosotros no aplicamos rebajas que impliquen perdida de calidad.
¿En que se diferencia su equipo del resto de empresas?
Nosotros ofrecemos un equipo multidisciplinar, ya que en el área de Reestructuración contamos con un total de 80 profesionales, que además tienen gran experiencia en este sector.
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