Caracas, 4 abr (EFECOM).- El Gobierno venezolano anunciará, en un lapso aún no precisado oficialmente, el "tiempo" que durará el proceso de nacionalización de las empresas del cemento, afirmó hoy el ministro de Industrias básicas y Minería, Rodolfo Sanz.
"Será el presidente y vicepresidente quienes decidirán el tiempo de todo el proceso", declaró Sanz en Caracas, horas después que el gobernante venezolano, Hugo Chávez, anunciara la nacionalización de la industria cementera.
La medida tomada por Chávez afectaría a la mexicana Cemex, el mayor fabricante de cemento y hormigón de Venezuela, a la suiza Holcim, y a la francesa Lafarge.
"Vamos a nacionalizar la industria del cemento. Ya basta, se llevan el cemento (...) vamos a recuperar eso, vamos a hacer una valoración y le pagamos lo que cueste", declaró Chávez anoche en una alocución trasmitida en cadena nacional obligatoria de radio y televisión.
El mandatario se ha quejado reiteradamente de que los planes oficiales de construcción de viviendas se ven retrasados debido al déficit de cemento en el país, supuestamente derivado de que las cementeras exportan la mayoría de su producción.
Sanz reiteró la tesis oficial de que las principales productoras de cemento en Venezuela "exportan una gran cantidad a todo el mundo y, en algunos casos, desabastecen el mercado interno".
Justificó la medida del gobierno venezolano con el argumento de que "la mayoría de las empresas cementeras explotan minas de caliza, que son en su mayoría propiedad de la nación".
Además, destacó la existencia de un presunto "proceso de cartelización de los precios" del cemento en el país, y acusó a las empresas del sector de, supuestamente, "trabajar por debajo de su capacidad".
"Estas empresas se ponen de acuerdo para fijar el precio del cemento", sentenció.
El ministro opinó que la decisión venezolana se suscribe al supuesto proceso que vive América Latina en su "avance" hacia el "control de todas aquellas materias primas en el área de la construcción, energía y minerales".
Tantos los gobiernos de México como de Francia han dicho hoy que esperan precisiones sobre la nacionalización de la industria del cemento en Venezuela.
La mexicana Cemex, considerada como una de las tres mayores cementeras del mundo, además anunció que el Gobierno de México defenderá sus "intereses legítimos" en Venezuela.
Cemex controla el 52 por ciento de la producción de cemento en Venezuela, donde posee tres plantas con una capacidad de producción de 4,6 millones de toneladas de cemento al año y en ellas emplea a más de tres mil personas.
Según datos de la empresa mexicana, sus ventas en Venezuela representaron alrededor del tres por ciento de sus ingresos totales el año pasado.
Por su parte, la portavoz del Ministerio francés de Asuntos Exteriores, Pascale Andréani, afirmó que esperan "tener precisiones sobre lo dicho" por el Gobierno venezolano "para pronunciarnos".
En febrero de 2007 el gobierno de Chávez nacionalizó la principal telefónica del país, Cantv, y la empresa Electricidad de Caracas, una de las más importantes de Venezuela.
Tres meses después, "nacionalizó" pozos petroleros de la rica Faja del Orinoco al anular los contratos de explotación suscritos en la década de 1990 con trasnacionales de Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña y Noruega.
Actualmente, la mayoría de esas empresas, excepto la estadounidense Exxon, mantienen sus operaciones en la Faja, asociadas en minoría accionarial con la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA). EFECOM
gf-apv/prb