Empresas y finanzas

El banco malo se ahorra 500 millones de capital al recibir menos activos

  • La necesidad de atraer inversión cae al obtener una cifra inferior de inmuebles
Belén Romana, presidenta del Sareb. Imagen: Archivo

El traspaso final de activos inmobiliarios al banco malo o Sareb ofrece un alivio en la complicada tarea de captación de capital para construir el vehículo. Se fijó la meta de atraer hasta 5.000 millones de euros en recursos propios, pero dicha necesidad se reducirá en, al menos, 500 millones gracias a que ha menguado el valor de los inmuebles y créditos ligados a promotores que recibirá la sociedad, desvelaron fuentes al corriente del proyecto.

El plan inicial era captar 5.000 millones -capital público a través del Frob y de accionistas privados- porque se autoimpuso contar con un colchón de recursos propios del 8% y esperaba heredar una cartera de activos tasada en 60.000 millones, una vez aplicados los descuentos de transferencia a la Sareb. Pero la estimación se efectuó a foto fija con los balances bancarios existentes a 31 de diciembre de 2011 y en el año transcurrido desde entonces la composición de las carteras ha variado de forma sustancial.

Venta de viviendas

Por un lado, las entidades financieras receptoras de ayudas y obligadas, por tanto, a sacar los activos fuera de su perímetro y vendérselos a la Sareb se han desprendido de todos los pisos, locales y demás inmuebles que han podido. Al enajenarlos menguaban sus necesidades de efectuar provisiones y de reforzar el capital, a la vez que disponían de cierta autonomía para fijar el precio de venta antes de tener que evacuarlos a la Sareb con unos descuentos prefijados e innegociables. Otros ajustes que contribuyen a reducir el importe de las propiedades cedidas son las recomposiciones de carteras. Cuando un crédito inicialmente contabilizado como al corriente de pago se reclasifica como fallido o moroso, por poner un ejemplo, su valor de transferencia desciende, explican las fuentes consultadas.

Las necesidades finales de capital de la Sareb no se conocerán hasta que cierre su perímetro a finales de febrero o marzo con la recepción de los últimos activos. Pero las carteras percibidas ya indican que requerirán menos recursos propios de los previstos, salvo que decida elevar el colchón por encima del 8% fijado como objetivo.

Bankia, Novagalicia -incluído su participado Banco Gallego-, Catalunya Bank y Banco de Valencia le han entregado carteras valoradas en 36.995 millones de euros, muy lejos de los 45.000 millones estimados en su día con los balances cerrados en el año 2011. Queda por tasar el ladrillo que recibirá del resto de entidades con ayudas (BMN, Caja España/Duero, Caja3 y Liberbank) y que en algunos círculos cifran en unos 15.000 millones, lo que alejaría claramente el cómputo final de los 60.000 millones contemplados cuando se proyectó la Sareb.

El banco malo ha levantado 3.819 millones entre ventas de participaciones en su capital y deuda subordinada para adquirir a los bancos nacionalizados sus carteras, lo que equivale a contar con un colchón del 10,4% en recursos propios. Para acoger el resto de propiedades ampliará capital antes de abril.

El Frob ha aportado el 45% de los recursos totales y el 55% restante de la propiedad del banco malo se reparte entre una veintena de inversores (13 bancos, antiguas cajas de ahorros y cooperativas de crédito nacionales; dos bancos extranjeros y seis aseguradoras). Muchos de ellos han adquirido el compromiso de acudir a la segunda ampliación de capital, ante la necesidad de sacar adelante el vehículo. A pesar de que la tortuosa tarea de atracción de capital por la resistencia a entrar de los inversores, en círculos próximos a la sociedad abonan las expectativas de que se incorporen nuevos agentes -negocian con varios fondos estadounidenses-. La Sareb promete una rentabilidad anual de 14-15%, según el plan de negocio elaborado por Álvarez & Marsal.

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