
American International Group, la aseguradora que en 2008 recibió un rescate de 182.000 millones por parte del Gobierno de Estados Unidos, podría sumarse a una demanda contra las autoridades alegando que los términos del acuerdo fueron injustos.
La noticia suscitó una rápida reacción uno de los rescatadores de AIG, el Banco de la Reserva Federal de Nueva York, que dijo que la aseguradora bien podría haber optado por la bancarrota hace cuatro años, eliminando completamente a sus accionistas.
La decisión es cuanto menos sorprendente ya que AIG acababa de lanzar una campaña de televisión de alto perfil bautizada "Gracias, Estados Unidos" en la que agradece al público por el rescate.
"Si AIG se suma a la demanda sería el equivalente a un paciente demandando a su doctor por salvarle la vida", dijo Mark Williams, ex examinador bancario de la Reserva Federal que imparte clase en la Universidad de Boston. "La acción del Gobierno le dio una segunda vida", agregó.
Este miércoles, reunión
AIG confirmó el martes que su consejo de administración se reuniría el miércoles para discutir su posible participación en un juicio iniciado contra el gobierno por el ex consejero delegado de la compañía, Maurice "Hank" Greenberg.
Greenberg, cuya Starr International tenía el 12% de AIG antes de la crisis, acusó a la Fed de Nueva York de usar el rescate para salvar bancos financieros a expensas de sus accionistas, y de ser usurero al cobrar tipos de interés desorbitados sobre el préstamo inicial.
Un juez federal de Manhattan desestimó la demanda de Greenberg en noviembre, y la decisión ha sido apelada. Una demanda diferente argumentada con otra teoría legal aún está pendiente de resolución en un tribunal federal.
Un portavoz de AIG declinó hacer comentarios más allá de confirmar que el consejo de la compañía se reunirá como estaba planeado.
La Fed de Nueva York declaró el martes que no había fundamentos para ninguna acusación de que el banco dañó a AIG.
"El consejo de AIG tenía una eleccion alternativa al préstamo de la Reserva Federal y esa opción era la bancarrota. La bancarrota hubiera dejado a todos los accionistas de AIG con acciones sin valor", declaró el martes un representante del banco.
Las acciones de AIG caían un 1,6%, hasta los 35,35 dólares en Wall Street. Tras perder la mitad de su valor en 2011, la acción subió más de un 52% en 2012, triplicando el avance del índice S&P del sector asegurador.