El banco malo o Sareb arrancó ayer su actividad. Su constitución oficial tuvo lugar el lunes, una vez traspasados los activos de las entidades nacionalizadas y adquiridas las acciones y la deuda subordinada por parte de sus socios, entre ellos, el Estado, a través del FROB.
Estos socios, que suman veintidós, recogerán los primeros beneficios en junio de 2014. Serán los correspondientes al pago del cupón por la deuda subordinada, siempre y cuando la sociedad cuente con la suficiente caja para hacer frente a su desembolso.
La Sareb se ha comprometido a pagar un 8 por ciento por estos instrumentos. Los inversores privados -quince bancos y seis aseguradoras- han suscrito obligaciones subordinadas convertibles en acciones por importe de 1.591 millones. El FROB ha asumido otros 1.272 millones. Esta cifra aumentará en febrero y marzo cuando otras cuatro entidades tengan que transferir sus activos tóxicos.
La deuda subordinada forma parte del capital del banco malo, que ascenderá en principio a unos 5.000 millones a finales del primer trimestre. Sus socios, en principio, no percibirán dividendos hasta el quinto año, momento en que se prevé que haya ganancias para poder afrontar el pago de los intereses por la deuda subordinada y el apalancamiento de la compañía haya bajado de manera sustancial.
Amortización
A cambio, los inversores percibirán las primeras ganancias antes a través de estas obligaciones, cuyo vencimiento se extiende hasta 2027, los quince años de vida de la Sareb. Eso sí, la emisión de la deuda podrá amortizarse anticipadamente a partir del quinto año, cuando la solvencia de la sociedad supere el 9 por ciento y el valor de la deuda se encuentre por debajo del 80 por ciento sobre sus activos, según el Boletín Oficial del Estado (BOE).
La presidenta de la Sareb, Belén, confía en que la compañía pueda hacer frente al pago del cupón por la deuda, ya que prevé un resultado positivo este año, a pesar de la baja actividad y los elevados costes operativos.
En su única comparecencia pública, Romana descartó pérdidas para el banco malo en todos los ejercicios. El primer cupón se prevé para junio de 2014. Los siguientes están fijados en el calendario cada doce meses. De momento, todos los accionistas, además de Asisa y Pelayo, verán el retorno de su inversión a partir de entonces.
El banco malo ha tomado créditos al promotor e inmuebles de las entidades nacionalizadas por importe de 37.000 millones de euros. BFA-Bankia ha aportado el 61 por ciento del total, con más de 22.300 millones; CatalunyaCaixa ha transferido el 18% (6.708 millones); Novagalicia-Banco Gallego, un 16% (5.707 millones); y Banco de Valencia, el 5% restante (1.962 millones).