NUEVA YORK (Reuters Health) - La inyección de onabotulinumtoxinA (Botox, Allergan) en el músculo detrusor logró aliviar significativamente los síntomas de la vejiga hiperactiva (VHA) refractaria y mejoró la calidad de vida en un estudio de fase III controlado versus placebo.
La VHA afecta a entre el 12 y el 17 por ciento de lapoblación general. Los anticolinérgicos, el principaltratamiento, no siempre son efectivos y tienen efectos adversosque fuerzan la suspensión del tratamiento.
Como había publicado Reuters Health en noviembre del 2010,un estudio sobre el uso de distintas dosis de Botox en pacientescon VHA refractaria demostró que una dosis de 100 U brinda elmayor alivio de los síntomas con el menor efecto en la cantidadde orina residual postmiccional.
Por lo tanto, esa fue la dosis que se evaluó en esteestudio, que es el primer ensayo clínico multicéntricocontrolado de fase III, y cuyos resultados publica Journal ofUrology.
En 72 centros de Estados Unidos y Canadá se les administróal azar a 557 pacientes con VHA e incontinencia urinaria unainyección de 100 U de Botox o placebo en el músculo detrusor.Ningún participante había respondido a los anticolinérgicos o nolos había tolerado.
A las 12 semanas, la primera evaluación, el equipo deldoctor Victor Nitti, de New York University Urology Associates,Ciudad de Nueva York, detectó una reducción dos o tres vecesmayor de la cantidad inicial de episodios diarios deincontinencia urinaria con Botox que con placebo (-2,65 versus-0,87). Eso se traduce en una disminución promedio del 47,9 porciento con Botox y del 12,5 por ciento con placebo.
"El aumento de la capacidad de la vejiga de retener la orinatambién se observó en el mayor volumen de de cada micción",escribe el equipo.
El 22,9 por ciento de los pacientes tratados con Botox yo nosufrían de incontinencia urinaria, comparado con el 6,5 porciento de los pacientes tratados con placebo.
El resto de los síntomas de la VHA también mejoraronsignificativamente con el uso de Botox.
Además, fue mayor la proporción de pacientes tratados conBotox que respondió positivamente al tratamiento en una escalaestandarizada (60,8 versus 29,2 por ciento). El uso de Botoxmejoró la calidad de vida asociada con la salud en distintasevaluaciones realizadas.
Los pacientes toleraron bien la inyección de Botox en elmúsculo detrusor y los efectos adversos se localizaronprincipalmente en el tracto urinario; el más común fue lainfección urinaria sin complicaciones, en las 12 primerassemanas (15,5 por ciento con Botox versus 5,9 por ciento conplacebo).
Otros efectos adversos del Botox en esas primeras semanasfueron, según agregaron los autores, la disuria (12,2 porciento) y la retención de orina (5,4 por ciento).
En general, el equipo asegura que los resultados son"notables, dado que actualmente existen pocas opcionesfarmacológicas para los pacientes que no responden adecuadamentea los anticolinérgicos".
Destaca también que "alrededor del 65 por ciento de lospacientes (dijeron que) la enfermedad había mejorado en dossemanas de tratamiento" con Botox.
En el 2011, la Administración de Alimentos y Medicamentos deEstados Unidos aprobó el uso de Botox para tratar laincontinencia urinaria en adultos con enfermedades neurológicascomo la esclerosis múltiple y la lesión de la médula espinal.Los autores del estudio no respondieron las preguntas de ReutersHealth. Tres autores son empleados de Allergan y la empresaasistió al equipo en la redacción del manuscrito.
FUENTE: Journal of Urology, 14 de diciembre del 2012. (notasdesalud2006@yahoo.com.ar)