El consejero delegado de BBVA, Ángel Cano, debido a la crisis la reputación de la banca se está viendo muy afectada en general, tanto en España como en otros países, y ha señalado que la parte más negativa del proceso es que "no se reconocen diferencias de comportamiento".
"Nos mete a todos en el mismo paquete con independencia de cómo hayamos gestionado antes, durante y después de la crisis. Nos molesta tremendamente pero tenemos que seguir luchando", ha sentenciado el directivo.
Según explicó, en estos momentos se está viviendo un nuevo proceso de discriminación que añade presión a la industria financiera en términos de rentabilidad, crecimiento e innovación y que ha provocado la desaparición de "mucho jugadores" debido a al concentración.
"En España estamos en el ojo del huracán. La diferencia con Italia es cómo se han ido transmitiendo las reformas", ha destacado el consejero delegado de BBVA, quien ha recordado que en los últimos años se han emprendido muchas reformas en España.
Contra la incertidumbre
Por eso, Cano considera que es bueno que haya controles y análisis a la banca, pero aboga por que este tipo de estudios también se realicen en otros países. Los controles a la banca son "la única forma de matar incertidumbre", afirmó, y añadió que en 2009, las primeras estimaciones situaban el agujero de capital financiero entre los 50.000 y 60.000 millones de euros, aunque las más pesimistas lo elevaban hasta los 110.000 millones.
"Hasta hoy, el volumen de provisiones va a ser de aquí a final de ejercicio de 165.000 millones de euros, el 15% del PIB del país, y siempre puede haber algún analista que piense que puede haber más", ha apuntado, al tiempo que ha dicho que después de los últimos test de estrés, lo que se pretendía era transmitir la confianza a la sociedad y al mercado de que todas las necesidades estaban "encima de la mesa".
Cano ha insistido en que con estos análisis se tienen acotadas las necesidades de la banca y se está contribuyendo a la consolidación continua del sector financiero, ya que se está estudiando cuántas entidades van a quedar de aquí al final del año que viene, una cifra que sitúa en 12 o 13.
El consejero delegado ha comparado estos datos con los de EEUU, donde hay 7.500 entidades, o Alemania, "el país que tiene mayor densidad de entidades financieras por metro cuadrado". "Va a ser el país que menos va a tocar a su sistema financiero", ha agregado.
Finalmente, ha defendido cuatro pilares para que el sistema financiero siga funcionando: diversificación, orientación al cliente, prudencia y anticipación, personas y principios. "Más allá de que esto sea un riesgo, es un mundo de oportunidades. Estamos convencidos de que esto va a pasar y cómo vamos a hacer frente a lo que sucede. Seremos uno de esos actores que va a hacer una actuación fundamental en los próximos años", ha concluido.
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