La multinacional Coca-Cola ha subrayado que la decisión de ubicar en Madrid la sede de la sociedad resultante de la fusión de las siete embotelladoras de la compañía en España se ha llevado a cabo de común acuerdo entre todas ellas.
El grupo catalán Cobega, de la familia Daurella, será el accionista mayoritario del nuevo embotellador único -ostentará entre el 35 y el 40% de las acciones-, en el que también tendrá una presencia significativa la familia valenciana Gómez Trénor, la concesionaria de Valencia.
Hace casi dos años, las siete embotelladoras iniciaron su proceso de integración, que previsiblemente culminará a principios del próximo año, con la constitución de la nueva sociedad, que tendrá su sede social en Madrid.
Fuentes de la compañía Coca-Cola han precisado a Efe que la decisión de establecer esta sede en la capital española se ha adoptado de forma "consensuada", de común acuerdo entre todos los futuros accionistas.
En concreto, Madrid ha sido la ciudad escogida porque "el negocio va a ser ibérico" y es el punto equidistante de todas las empresas que integrarán la sociedad.
Aunque la creación del embotellador único de Coca-Cola coincide con el debate soberanista abierto en Cataluña, fuentes cercanas a la compañía han remarcado que esta es una decisión tomada meses atrás y que nada tiene que ver con la deriva independentista del gobierno de Artur Mas.
"Es una decisión de antes de la manifestación del 11 de septiembre y hay que desmarcarla del debate soberanista", señalan dichas fuentes.
Cobega, que preside Sol Daurella, cuenta con una plantilla de unas 700 personas en Cataluña en sus cinco centros de producción. El más grande es el de Martorelles (Barcelona), con 450 trabajadores, seguido por el de Esplugues de Llobregat (200), Girona (20), Tarragona (30) y Lleida (10).
Las mismas fuentes han señalado que estos trabajadores no tendrían que verse afectados en manera alguna por la ubicación de la sede del embotellador único en Madrid.
Fuentes sindicales, por su parte, han expresado a Efe su preferencia por que la sede de la nueva sociedad permaneciera en Cataluña, aunque entienden que al tratarse de la entidad resultante de la fusión de todas las embotelladoras de Cola-Cola el centro operativo se ubique en la capital española.
