El Partido Popular ha incluido unas relevantes enmiendas en el Congreso al texto de la reforma energética que suponen un guiño a las eléctricas al incluir una de las peticiones tradicionales de las mismas y que se centra en que parte de las primas a las renovables se recojan en los Presupuestos Generales del Estado.
Según las enmiendas registradas a última hora de ayer, la cuantía de incentivos correspondientes a este año y a los ejercicios posteriores se compensará en un 38,3%. Además, el porcentaje que se determine de primas correspondientes a cada año será incorporado en la Ley de Presupuestos del año anterior. El importe que resta se seguirá cargando en el recibo de la luz y será considerado coste de diversificación y seguridad de abastecimiento. De esta manera, se aliviará en gran medida la factura eléctrica, donde actualmente las primas suman 8.000 millones.
Una de las medidas más relevantes de las enmiendas se centra en una mejora del canon nuclear a los residuos radiactivos, ya que se limita la base imponible y sólo afectará a los residuos generados a partir de las recargas del próximo ejercicio. Esta medida se puede entender como un guiño a Endesa e Iberdrola para que continúen con la central de Santa María de Garoña, Burgos.
Por otro lado, el Partido Popular corrige algunos puntos difusos en el borrador de Anteproyecto, de tal forma que especifica que la energía importada también tendrá el gravamen del 6% a la generación. En concreto, la enmienda modifica la medida y suprime que el gravamen se aplique por barras de central, con el objetivo de que la energía que se importe a Francia y Portugal no desplace a los ciclos combinados.
Las enmiendas también endurecen la situación para la termosolar, ya que además de suprimir el cobro de primas a partir de generar renovables con gas, tampoco permitirá que se prime la energía generada con aceite, biodiesel, biogas, etc. El Gobierno pretende que los gases siderúrgicos sean utilizados para producir electricidad y evitar de ese modo su vertido a la atmósfera. Concretamente, el gas de hulla, el gas pobre, el gas de agua y gases similares podrán estar exentos del conocido como céntimo verde. Por tanto, la Comisión Europea les permitía tener un nivel impositivo cero y el Gobierno lo mantiene.
Sin embargo, fuerza al gas natural y al carbón para uso doméstico a pagar el impuesto. Por su parte, el gas y los carburantes de automoción para la fabricación de aeronaves y buques también tendrá el gravamen. Por último, se permite eximir a la electricidad producida con cogeneración. Con esta medida se da una definición que la norma europea sigue sin aclarar.