La inmobiliaria ha acordado solicitar el preconcurso de acreedores tras comunicar una deuda de 3.654 millones de euros. A partir de ahora, se inicia un plazo de cuatro meses durante el que tratará de renegociar los compromisos financieros con sus acreedores para evitar la suspensión de pagos.
La compañía que controla y preside Rafael Santamaría se acoge a la Ley Concursal tras acordarlo por "unanimidad" en su consejo de administración, según ha informado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
En concreto, la inmobiliaria indica que "ha iniciado negociaciones para alcanzar un acuerdo de refinanciación o, subsidiariamente, para obtener adhesiones a una propuesta anticipada de convenio en los términos previstos en la citada Ley Concursal".
Reyal solicita el preconcurso después de que no haya fructificado en acuerdo alguno el proceso de renegociación de deuda que inició hace más de año con sus bancos, el tercero que la inmobiliaria ha emprendido desde el inicio de la crisis.
Si llegase a entrar en concurso de acreedores, se situaría como el segundo mayor proceso de España. El dudoso honor de encabezar la lista es para Martinsa-Fadesa, que en 2009 se declaró insolvente con un agujero de 7.000 millones de euros. Le sigue Hábitat, que en 2008 se acogió al concurso con una deuda de 2.840 millones. tanto Martinsa como Sacresa lograron superar los concursos tras lograr el respaldo de los acreedores a sus respectivos planes de pago. El tercer lugar y el cuarto lo ocupan Sacresa, que declaró un pasivo de 2.600 millones de euros, y Nueva Rumasa, que adeuda 2.100 millones.
El grupo inmobiliario registró una pérdida neta de 211,3 millones de euros en el primer semestre del año, lo que supuso incrementar en un 30% sus números rojos. La cifra de negocio cayó un 7,4%, hasta 51 millones de euros.