Empresas y finanzas

Iberia parará su crecimiento hasta 2015 si la Audiencia corrobora el laudo

  • No contratará pilotos para la filial si deben entran los últimos en el escalafón
  • Baraja dos planes de reestructuración en función de lo que pase el 11 de octubre

Nada ni nadie va a salvar a Iberia de que presente en las próximas semanas un fuerte plan de reestructuración para resolver su situación económica (la aerolínea gestionada por Rafael Sánchez-Lozano finalizará el año en números rojos), pero la dirección de la compañía baraja dos planes de recorte de diferente calado y su decisión está vinculada en parte al veredicto de la Audiencia Nacional sobre el laudo de Iberia Express.

El próximo jueves 11 de octubre se celebra la vista en la que Iberia realizará sus alegaciones al laudo de Jaime Montalvo que ponía condiciones a la creación de la filial de vuelos de bajo coste de la compañía con sede en Barajas.

Fuentes conocedoras del proceso aseguran a este periódico que el punto clave por el que peleará la empresa va a ser el nuevo sistema de entrada de los pilotos en la compañía aérea. Una de las reclamaciones del equipo de abogados de Iberia a la Audiencia Nacional será que Montalvo se sobrepasó en sus funciones y, en vez de dictar si Iberia Express era legal o no, se sacó de la chistera una nueva promoción de carrera de los comandantes, "una función que nadie le había encomendado".

El árbitro fijó que los nuevos comandantes de Iberia Express tendrían que entrar en la última posición del escalafón de Iberia, una decisión que, a juicio de la dirección de la compañía, rompe todo el ahorro de costes que se había ideado con la creación de la filial, ya que la prioridad la tendrán siempre los actuales pilotos. Así, Montalvo fijó que los actuales copilotos de Iberia serían los que se tendrían que soltar como pilotos de Express antes de dar el paso a los aviones de largo recorrido de la matriz.

Enfado de Iberia por el laudo

El enfado de la empresa es tal que si la Audiencia Nacional no modifica esta cláusula tiene ya decidido no volver a contratar ningún nuevo piloto hasta el 1 de enero de 2015, fecha en la que el laudo deja de tener vigor. Si toma esta decisión, Iberia congelará todo su plan de crecimiento hasta ese momento y se deberá de apañar con la flota que ya tiene, tanto en la aerolínea matriz como en la filial de bajo coste Iberia Express, donde si se respetan a los comandantes y segundos que fueron contratados antes de darse a conocer el laudo y que apenas superan la centena de tripulantes del avión.

Ante el parón del crecimiento, la compañía se vera obligada a realizar un fuerte plan de ajuste sobre su actual plantilla de 20.000 trabajadores. Aunque se ha llegado a rumorear que podría superar los 6.000 empleados, fuentes de la empresa aseguran que no está decidido el número, pero sí está claro que será un buen pellizco de la fuerza laboral del grupo.

Si la Audiencia Nacional atiende a las reivindicaciones de Iberia, el plan de reestructuración también se realizará seriamente, pero no supondrá una cifra tan abultada como en el primer escenario porque el plan de crecimiento sí que se aplicaría en la medida en la que la coyuntura lo permita y exista una mejora de la demanda de pasajeros y una contención en el precio del combustible.

La opción mas suave sería también un considerable recorte, mucho mayor en todo caso de las bajas vegetativas que Iberia ha ido aplicando en los últimos años a los trabajadores de mayor edad -gracias a un ERE abierto en consenso con los sindicatos- y que han supuesto un descenso de la plantilla de 25.000 empleados de mediados de la pasada década a los actuales 20.000 trabajadores.

Ya en los resultados de IAG, el gigante nacido de la fusión de Iberia y British Airways, del primer semestre se anunciaba sin tapujos un plan de reestructuración y el consejero delegado del holding, Willie Walsh, advirtió de que "inevitablemente, no vamos a ser capaces de evitar la pérdida de empleos como parte de este proceso".

Además de la vista ante la Audiencia Nacional por parte de Iberia hay fijado otro careo el 24 de octubre por parte de Iberia Express. La filial expondrá ante el juez su derecho a la libertad de empresa y sobre todo su queja porque nadie les comunicó el laudo y, mucho menos, contó con su opinión a la hora de realizar el veredicto final.

Fuentes conocedoras del proceso explicaron a elEconomista que es probable que esta segunda vista nunca se llegue a celebrar, ya que la Audiencia Nacional se pronunciará a la semana siguiente de que Iberia se presente ante el juez el próximo jueves 11 de octubre.

Otra consecuencia del parón del crecimiento es que la gran renovación de la flota de gran alcance se podría retrasar. De momento, la primera fase de la misma ya está en marcha y el próximo mes de febrero se recibe el primero de los ocho aviones A330-300 que sustituirán en las flotas de Latinoamérica al A340-600.

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