Empresas y finanzas

Objetivo: reinventar el modelo de prensa... gratuitos, Internet, cambio de perfil del lector, ¿qué queda?

Imagen del tradicional periódico en papel. Foto: Lourdes Marugal
Si las noticias son gratis, ¿quién paga a los periodistas? Esto se preguntó Peter Preston en el The Observer dominical. Las escuelas de periodismo están a rebosar -dice el periodista inglés- y casi todos sus alumnos aseguran que quieren trabajar en la prensa escrita, si puede ser, en un periódico. Con la evidente paradoja de que la mayoría de los británicos con menos de 20 años no compra periódicos.

Los jóvenes -y no sólo en el Reino Unido- se informan en páginas digitales o prensa gratuita, distribuida en un número cada vez mayor de ciudades europeas y americanas.

Indicativo es el caso francés. Según los datos aportados recientemente por Le Monde (que habla de "efecto Sarkozy", el "hambre de noticias" ocasionada por las elecciones municipales y la vida privada del presidente), el gratuito francés 20 Minutes se ha convertido, con 2,53 millones de lectores al día, en el más leído de Francia, batiendo a L'Equipe, el prestigioso diario deportivo de pago, que se queda en 2,3 millones de lectores.

Pero volvamos a la pregunta de The Observer. ¿Quién pagará a los periodistas del futuro? O bien, ¿de dónde vendrán los ingresos?

El modelo de negocio tradicional de las empresas editoras prevé una mezcla de ingresos, formada por las suscripciones, las ventas en quioscos y la publicidad. Los que se informan por Internet saben bien que el primer término de la secuencia ha desaparecido. El único gran diario que mantiene acceso de pago a su página web es el The Wall Street Journal. Todos los demás hacen pagar a lo sumo las consultas de sus archivos o secciones especiales (como hace el Financial Times).

Algunos experimentaron el modelo de pago en Internet, pero pronto dieron marcha atrás. Tal es el caso del The New York Times. Excepto algunos fragmentos de sus archivos de 1923 a 1986, la mayor parte de la página web y de los artículos publicados en la versión de papel desde 1851 es gratuita desde septiembre de 2007. La causa es simple: la publicidad (tanto en la página web como en los archivos) paga más que las suscripciones online.

El segundo término de la secuencia para conseguir fondos es la publicidad. ¿Resistirá el huracán de Internet? Es pronto para decirlo. Los ingresos por los anuncios en la web todavía no cubren los costes de gestión de una página. Y, por tanto, no pueden contribuir a sostener las ediciones de papel.

Según el Global entertainment and media outlook de PricewaterhouseCoopers, el año pasado la publicidad online, en Estados Unidos, absorbió el 8 por ciento del mercado, con cerca de 22.200 millones de euros. Desde ahora a 2010 debería crecer un 18 por ciento anual, alcanzando los 32.740 millones, es decir, cerca del 9,3 por ciento del mercado total (que seguirá siendo dominado por la televisión).

Los últimos datos de los diarios americanos son de septiembre de 2007. Dicen que los ingresos publicitarios del segundo trimestre del año pasado descendieron un 8,6 por ciento, es decir, 634.400 millones de euros, pero la variable online creció un 19,3 por ciento, alcanzando los 504,8 millones de euros. Se espera que en 2010 la inversión publicitaria online sea mayor que la de la prensa de papel.

En Italia, el crecimiento de la publicidad online debería ser todavía mayor. Según los datos de Nielsen, publicados el 5 de diciembre pasado, en el 2008 el total de los ingresos por publicidad serán de cerca de 9.000 millones de euros. La televisión aumentará un 2,4 por ciento; la radio, el 3,8 por ciento; las revistas, el 1,4 por ciento; los diarios, el 0,1 por ciento; los carteles, el 0,3 por ciento; el cine, el 0,7 por ciento e Internet, el 33,1 por ciento (frente al 40 por ciento de 2007).

El potencial del mercado publicitario online se confirma por las recientes iniciativas de Google, Yahoo! y Microsoft. En abril de 2007, Google adquirió por 1.968 millones de euros Doubleclick. Pasadas poco más de dos semanas, Yahoo! se hizo con Right Media por 431,7 millones. Y en mayo, el coloso publicitario Wpp Group se quedó con Real Media por 411,9 millones.

Microsoft tampoco se quedó quieta y ofreció 3.809 millones de euros por aQuantitative, uno de los operadores de publicidad online más dinámicos del mercado estadounidense.

Y el 1 de febrero, la empresa de Bill Gates y Yahoo! anunció una alianza para estudiar plataformas de publicidad online y contrarrestar, de esta forma, el enorme poder de Google.

Prensa impresa a todo motor

Sin embargo, los editores continúan convencidos de que las ediciones de papel tienen futuro y siguen invirtiendo para hacerlos más apetecibles para los lectores e inversores publicitarios y para crear nuevos productos. Amén de la introducción de nuevos formatos (el formato de los tabloides pasó de ser el 10 por ciento del total de los periódicos en 2004 a ser el 40 por ciento en 2006), muchos diarios introdujeron el color (haciendo considerables inversiones en rotativas) y rediseñaron gráficamente sus páginas.

Una dinámica que se plasmó en Italia. La Repubblica, Il Corriere della Sera, La Stampa e Il Sole 24 Ore revolucionaron su aspecto gráfico y sus contenidos. Lo mismo hizo La Gazzetta dello Sport, el diario italiano más leído, que en el primer trimestre de este año pasará al color.

Además de la confianza en la prensa escrita, la palabra mágica en los planes de desarrollo de los grupos editoriales es lo multimedia. Y eso implica reorganizar los contenidos y redacciones. Por ejemplo, en el The New York Times, desaparecieron hace un año las páginas de las cotizaciones empresariales en bolsa, para reaparecer como paquetes interactivos en su página web.

La misma decisión adoptó Los Angeles Times resumiendo en una sola página las cotizaciones de las 1.300 acciones más intercambiadas y el Chicago Tribune eliminó las cotizaciones, sustituyéndolas por información sobre fondos, títulos y empresas locales.

Otra frontera son los audios y los podcast, adoptados por cabeceras como el The Economist y The New Yorker, que tienen un éxito creciente también en los diarios, porque se pueden escuchar en cualquier sitio, en el coche o incluso cuando se sale a correr.

Para Daniel Weber, del diario suizo Nzz, "los lectores, sobre todo los que tienen menos de 30 años, nos escuchan mientras van al trabajo y se aficionan al producto". En Suiza, Folio, un producto audio de pago de la Nzz, dispone de mil suscripciones. Como escribió el Süddeutsche Zeitung, diario de Munich, "el lector ideal de cualquier diario, el que lee siempre el mismo periódico, ignorando la competencia, ha dejado de existir".

Los periódicos se están convirtiendo en medios de comunicación que suplen la creciente falta de tiempo del lector. Y para eso, tienen que transformarse en instrumentos multimedia, capaces de servir información en diferentes plataformas.

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky